Si bien la inspiración es clave para crear películas originales y atractivas para el espectador, los directores se auxilian de hechos del pasado, problemáticas del presente e imaginaciones del futuro para innovar.
“Cine verde y humano”, es un ejemplo de esta acción. El festival de cortometrajes de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) busca generar conciencia sobre los efectos del cambio climático y sus efectos en el planeta Tierra.
Así lo indicó la directora de la escuela de Comunicación, Ana Bélgica Guichardo. “Desde la universidad, junto a los aspirantes a cineastas, nos enfocamos en generar conciencia sobre la gravedad del cambio climático y mostrar los audiovisuales que pueden ser grandes historias en un futuro”, explicó.
Durante la “Semana más corta” se presentarán entre 45 y 50 producciones a cargo de 150 estudiantes universitarios, teniendo como eje central una cultura de conciencia para proyectar la realidad de los efectos negativos de la crisis climática.

La ejecutiva recordó los largometrajes de José María Cabral. Durante 90 minutos, el audiovisual “Tumba y Quema” aborda la práctica de talar e incinerar bosque y vegetación para establecer cultivos, proponiendo un entendimiento sobre los desafíos y retos que tienen los parques nacionales.
Mientras, “Isla de plástico” se inspira en la ola de polímeros que afectó Santo Domingo en el 2018, donde aborda la problemática de la gestión de los residuos sólidos, específicamente los plásticos y su impacto ambiental en República Dominicana.
Con una población de más de 10 millones de personas, cada día, cada residente de zona urbana genera un kilogramo de residuos sólidos. Esto significa que el país genera 88,000 toneladas, de las cuales solo 22,000 terminan en la cadena de reciclaje, es decir, un 25%. Las 66,000 toneladas restantes terminan en mares y ríos.
Mercado
La industria cinematográfica local está fundamentada en tres pilares: infraestructura, incentivos fiscales y capital humano. Pero ser un actor, guionista, productor o vestuarista partícipe de una producción con un presupuesto aprobado entre RD$70 millones y RD$80 millones se requiere de experiencia.
Su pensamiento concuerda con la Dirección General de Cine (DGCine), que establece que los derechos de guión de un cuarto proyecto asciende a RD$1,250,000, el doble del guionista de ópera prima (RD$625,000).
El director del primer proyecto devengará un salario de RD$1 millón frente a los RD$2.5 millones de un director con experiencia en cinco audiovisuales. Mientras, un actor devengará desde RD$1 millón hasta RD$1.5 millones de acuerdo con su experiencia.
Según los datos, el pago de los salarios puede ser diario, semanal o por proyecto. Un vestuarista podrá ser retribuido con RD$55,000; maquillista unos RD$40,000, microfonista con RD$30,000 y coordinador de transporte unos RD$25,000 semanales.
Ante esta situación, las universidades tienen el compromiso de lograr el fortalecimiento del llamado Séptimo Arte. “La academia está enfocada en promover la profesionalización del cine a través de los cortometrajes, que en el futuro serán historias humanas compartidas en grandes proyectos audiovisuales”, expresó Guichardo.