Determinar cuáles son los principales retos de República Dominicana a partir de lo que consideran diversos expertos, entre los que están economistas, empresarios, funcionarios del Estado, y personas comunes, entre los que se incluyen trabajadores independientes, resulta un ejercicio revelador. Lo primero que salta a la vista es que las prioridades siempre serán en función del contexto en que se encuentre el individuo.
Lo que sí queda lo suficientemente claro es que los retos son muchos, que no sólo se ubican según la circunstancia de quien dé la respuesta, sino que verdaderamente el Estado dominicano, y a quienes les corresponda dirigirlo, tienen por delante tareas apremiantes para ir enfrentando con éxito cada una de estas preocupaciones.
Es justo reconocer que República Dominicana ha sido una de las economías de mayor crecimiento en los últimos 50 años en América Latina, sirviendo incluso de ejemplo para otros países. Los avances no sólo han sido en materia económica, sino también el fortalecimiento de la institucionalidad, el estado de derecho, generación de confianza de los inversionistas internacionales, estabilidad social, certidumbre política y proyección como destino turístico, entre otros.
Sin embargo, también hay una realidad que no se escapa a todo esto. Se trata de la necesidad de mejorar el sistema educativo, garantizar la estabilidad macroeconómica en el tiempo, gestionar la deuda del Banco Central, mejorar la seguridad ciudadana, generación de empleos de calidad, atacar el déficit del sector eléctrico, reforzamiento de la frontera, ofrecer demostración fehaciente de una verdadera lucha contra la corrupción, solucionar los problemas de movilidad urbana y aumentar las exportaciones nacionales a través de una redefinición de la competitividad de las industrias locales.
Como se ve, hay muchos retos que han sido identificados por cada uno de los actores entrevistados por elDinero.
Incluso, en muchos casos hubo coincidencias en los retos más apremiantes, lo que constituye una señal clara de que algunos son prioridad para más de un sector de la sociedad dominicana. Sucedió con el sector eléctrico, el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica, el déficit fiscal, fortalecimiento del aparato productivo y aumento de las exportaciones.
En todo caso, lo que se nota en este ejercicio es que hay mucho por dónde empezar. Los retos, por supuesto, son constantes, partiendo que una vez uno es superado, aparecen otros.
En este contexto, sin embargo, hay retos que tienen mucho tiempo esperando ser solucionados para alcanzar el nivel de desarrollo que se merecen los dominicanos.