[dropcap]E[/dropcap]l desarrollo económico de un país está relacionado con la estabilidad política. Sólo hay que pasar balance o traer a la mesa de discusión lo que sucede con las naciones que subsisten en medio de conflictos sociales. Es una relación biunívoca, es decir, cada variable depende de la otra.
República Dominicana celebra este 15 de mayo elecciones generales para saber quiénes dirigirán los destinos del Estado (y de la gente) en los próximos cuatro años. La cita cívica será para elegir al Presidente y Vicepresidente de la República, senadores y diputados, así como a las autoridades municipales y directores de distritos.
El centro de atención, para los oficialistas y oposición, es la Junta Central Electoral (JCE), que tiene bajo su responsabilidad los comicios. La institución electoral ha sabido ceder y ha tomado las decisiones pertinentes, según las circunstancias. O al menos así parece.
Si hay un sector que conoce bien la importancia de la estabilidad política para el desarrollo económico del país, independientemente de las preferencias partidarias, es el que aglutina a todos los empresarios.
El Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), la principal organización empresarial del país, dio un paso importante al apoyar las decisiones de la institución electoral, a propósito de tomar en cuenta algunas de las sugerencias que les han hecho partidos de la oposición.
Los empresarios apuestan a la estabilidad social del país, porque así se garantiza el progreso económico.
A su entender, la JCE, con su actuación, brinda transparencia y confianza en el proceso electoral y envía una señal clara de apertura respecto a las solicitudes y recomendaciones que se le hacen desde los partidos políticos, la sociedad civil y la opinión pública para asegurar unas elecciones con todas las garantías.
La entidad está convencida de la necesidad de que exista credibilidad en el proceso, por lo que exhortó a la población a ejercer su derecho al voto y a los partidos políticos a respetar la decisión soberana que surja de las urnas.
El Conep, con su apoyo a la JCE, asume el compromiso de aportar a la transparencia del proceso electoral y se suma al cuerpo de observadores nacionales e internacionales que estará haciendo seguimiento directo al proceso electivo.
La Asociación de la Industria Eléctrica (ADIE) también asumió un compromiso ante la Patria al garantizar, frente al presidente de la JCE, Roberto Rosario Márquez, que no habrá dificultades de suministro el día de las elecciones. Su decisión, conscientes de la importancia que tiene la paz social para el desarrollo económico del país, también merece un reconocimiento.
Es necesario que las distribuidoras de electricidad y la Empresa de Transmisión también hagan público su compromiso con el país, así como las demás instancias que deben velar por la seguridad del proceso.
El desarrollo económico que como país hemos alcanzado no puede ponerse en juego. Nada justifica un retroceso. El bienestar de la población, incluyendo el de aquellos que generan riquezas, es un compromiso colectivo.
Los ciudadanos responsables deben ir a votar; la JCE cumplir con su función histórica y constitucional, y los partidos, por el bienestar de todos, están en la obligación de acatar. Por supuesto, la transparencia es la madre de la credibilidad.