Si bien República Dominicana produce el 85% de los alimentos que consumen los 11.5 millones de habitantes, lo que se traduce en autosuficiencia, el sector agroalimentario tiene retos que superar. Así lo aseguró el presidente ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), Osmar Benítez.
“Cuando nos referimos a la agricultura es hablar de seguridad alimentaria, pero debemos tener un sistema de riego presurizado para garantizar los alimentos del pueblo y, a la vez, aumentar la producción”, explicó a elDinero.
Benítez explica que utilizar drones para la aplicación de fertilización, ver a través de imágenes satelitales, conocer la humedad del suelo, detectar las plagas o una fuga de agua, son unas de las ventajas de tener una finca moderna.
La tecnología aplicada en la agricultura mejorará la competitividad de los productores, pero debe ir de la mano con la mecanización agrícola, es decir, “dotando a la mayor cantidad posible de agricultores con tractores, equipos y maquinarias agrícolas”.
Para el ejecutivo, estos equipos significarán más costo-efectivo en la producción y disminuirá la dependencia de la mano de obra extranjera. Pero para lograrlo, consideró que las autoridades gubernamentales deben crear un financiamiento a largo plazo.
“Nosotros sugerimos que exista un programa de financiación de 12 años para la compra de tractores agrícolas, principalmente para los cultivos de arroz… Hemos mecanizado la cosecha, pero todavía ensacando el arroz y movilizando el cultivo en una volqueta hasta la factoría”, aseguró.
Los agroproductores tienen algo claro: deben dar un valor agregado. Pero deben transformar sus operaciones de manera paulatina a la industrialización.
Futuro
Para el técnico agroalimentario de Baldom, Antonio Alma, el reto del sector es incrementar la producción de los rubros y así aumentar su presencia en el mercado extranjero. “Este sector se encamina a conseguir nuevos países y mejorar el posicionamiento que ya tenemos en los mercados tradicionales”, dijo, no obstante, destacó que Haití continúa como un mercado importante para las exportaciones criollas de alimentos y bebidas.
“La exportación está fluyendo y creciendo de manera dinámica en la frontera. Todavía sigue habiendo oportunidades para que los dominicanos sigan exportando…”, al tiempo que sostuvo que cuando la situación política y económica del país vecino mejore, el sector aumentará la balanza comercial entre ambos países ubicados en el Caribe.