Como las primas de seguros tienen tendencia a incrementar, y estamos compelidos a contratar seguros, debemos conocer cómo diseñar un buen programa bien estructurado, con los riesgos y límites convenientes, para poder dormir tranquilos sin los sobresaltos de una mala decisión. Lean lo que le paso a continuación.
Una gran empresa del mercado tuvo varios años incrementando sus seguros de propiedad y daños directos, y por ende subieron las primas, al mismo tiempo que aumentaba la probabilidad de un siniestro debido al crecimiento de las operaciones del negocio, lo que implicaba una mayor exposición al riesgo.
Sin embargo, el cliente y su intermediario olvidaron actualizar la póliza de interrupción de negocio o pérdida de beneficios, a pesar de que los beneficios y costos fijos iban en aumento.
Cuando ocurrió el siniestro, se ajustaron las pérdidas, pero la industria se paralizó durante varios meses, y la empresa tuvo que seguir pagando sus costos o gastos fijos, los cuales pensaban que estaban cubiertos.
Luego llegó el momento de ajustar la pérdida de beneficios, y estos resultaron ser mucho mayores que el límite de cobertura que no había sido reajustado, como sí se había hecho con la cobertura de pérdida directa.
La empresa recibió adelanto de parte de la aseguradora para agilizar los procesos de recuperación, pero el negocio se vio al borde de la quiebra porque sus costos fijos fueron muy elevados y solo se indemnizo una proporción. Todos estaban confiados en que tenían un buen programa de seguros, y si, tenían todas las pólizas que necesitaban, solo que no al nivel que el tamaño de la empresa lo requería.
Otro caso muy ilustrativo, en el área de automóvil, donde tenemos muchas incidencias, lo fue con un limite de daños a terceros (DPA). El cliente nunca entendió que un millón de pesos no era suficiente para el camión de carga de la empresa, y no escucho la sugerencia de su intermediario cuando le decía que cualquier evento podría ser catastrófico con danos propiedad y muertos, con una demanda por una suma elevada.
Un camión puede ocasionar danos a una vivienda, como también a un autobús donde mueran más de una persona. Y peor aún, si el accidente es con una familia de clase media alta, que tienen mecanismo para demandar al conductor y a la empresa como también a la aseguradora.
Las aseguradoras están obligadas a pagar los procesos judiciales de las demandas, y hasta el limite asegurado cuando el tribunal determina la culpabilidad del accidente y condena al pago de las perdidas.
Si la condena sobrepasa el límite asegurado, el dueño del camión, debe pagar el resto, la diferencia. Pues el caso que comento, la empresa fue condenada. En el accidente murieron tres personas, que no eran pobres de barrios, logrando una condena por RD$9 millones de pesos, obligando a la empresa pagar RD$8 millones, porque el limite asegurado por evento era de tan solo RD$1 millón.
Hay que poner mucho interés y cuidado, al diseñar nuestros programas de seguros, estamos pagando por adelantado una prima, para cuando nos ocurra un evento fortuito que es preferible que no ocurra, pero si ocurre, que no estemos desamparados por no haber tenido el cuidado debido de no hacerlo bien. Seguiremos con otros eventos, en el próximo artículo.