El Banco Central debe estar preocupado. Aunque su principal objetivo se ha logrado de manera rápida, que es controlar la inflación, hay otra variable que no ha respondido como se esperaba. Se trata del crecimiento económico.
Una economía que no se expande no puede demandar más empleos, es decir, las empresas no contratan más personas, lo que presiona el mercado de trabajo. El producto interno bruto (PIB) se ha ralentizado hasta el punto de que apenas creció 0.3% en junio, lo que da una expansión acumulada de sólo un 1.2% en el primer semestre de este año.
Al paso que van las cosas, tomando en cuenta que quedan seis meses de este 2023, habrá que hacer magia económica para que el PIB llegue al 4% deseado y proyectado por las autoridades. Los organismos internacionales han revisado al alza el crecimiento económico internacional, pero y aquí ¿qué se hará?