El Ministerio de Industria y Comercio presentó el estudio “Barreras no arancelarias del comercio entre Haití y República Dominicana”, que señala las brechas y debilidades existentes entre los sectores productivos de ambos países a nivel de la producción primaria y de la industria de procesamiento.
El estudio, realizado a través de la Dirección de Comercio Exterior y Administración de Tratados Comerciales (Dicoex) enfatiza que Haití tiene en cada eslabón de la cadena productiva debilidades que dificultan su desarrollo, retrasando los procesos de exportaciones a otros países.
Plantea que “entre los obstáculos no arancelarios aplicados por Haití y República Dominicana se identifican la administración de procesos y regulaciones con licencias de importación, situaciones de hecho asociados a administración de derechos de propiedad industrial, normas de riesgos y restricciones cuantitativas a las importaciones”.
Los productos sobre los que se concentra el análisis provienen de la información arrojada por entrevistas a gremios empresariales, la revisión de los estudios previos promovidos por Caribbean Export, la Unión Europea, el Banco Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Comisión Mixta Bilateral Dominico-Haitiana.
El plan de acción del estudio parte de las estrategias de institucionalidad en administración de comercio, transporte de productos por carretera y seguridad jurídica, restricciones cuantitativas y medidas sanitarias, evaluación de conformidad e informalidad.
El coordinador general de Dicoex Juan Ramón García, aseguró que los productos importados desde Haití a Rep. Dominicana crecieron de 3.5 millones en 2013 a 4.5 millones de dólares en 2014, y en 2015 las primas alcanzaron 54 millones de dólares. También detalló que, el 40% de las exportaciones dominicanas hacia el vecino mercado, y el 93% de las importaciones de Haití, corresponden a productos textiles.
García dijo que el programa está contemplado en el proyecto del Decimo Fondo Europeo para el Desarrollo que se enfoca en mejorar las relaciones comerciales, lograr un clima de negocio favorable e incrementar la competitividad y las exportaciones entre ambas naciones.
“Tomando en consideración la realidad de los países y a fines de mejorar el flujo comercial se hace necesario identificar las barreras no arancelarias existentes en ambos mercados, así como su naturaleza y frecuencia que podrían convertirse en trabas innecesarias”, dijo García.
El evento contó con la participación de Lidia Encarnación, directora de Cooperación Multilateral; Sachenka Encarnación, oficial de Programa de la Unidad de la delegación de la Unión Europea; Escipión Oliveira, director ejecutivo adjunto de Caribbean Export Development Agency; Vladimir Pimentel, consultor de Chief Consulting; y Roberto Martínez Villanueva, embajador de la Comisión Mixta Bilateral Dominico- Haitiana.