La verdad está a la vista: el Gobierno dominicano ha sido proactivo respecto al acercamiento diplomático y económico con Guyana. Y no es para menos. Este país, otrora un desconocido y que generaba poco interés en la región, de repente ha despertado el apetito de las economías regionales.
No hay dudas: Guyana ha comenzado a ser influyente en la región. ¿Y a qué se debe? La única respuesta lógica está relacionada con el petróleo. Este país sudamericano podría albergar más de 11,000 millones de barriles de crudo, convirtiéndose en un punto de interés para los Estados de la región, incluyendo economías que son muchísimo más grandes en territorio y población.
El presidente Luis Abinader, como lo ha expresado en más de una ocasión, ha hecho empatía con su homólogo guyanés, Mohamed Irfaan Ali, quien ha estado al frente del poder desde 2020 en un punto decisivo para la expansión petrolera que se registra en esa nación.
El petróleo, hasta prueba en contrario, se ha convertido en una bendición para la economía de Guyana, país que debe superar algunos retos institucionales con miras a aprovechar toda la bendición que la naturaleza le ha dado. Y todo parece que su administración lo sabe. Irfaan Ali ha levantado la bandera de la transparencia y la de generar bienestar económico en su país a partir de la explotación responsable de los recursos naturales, verbigracia, el petróleo.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Guyana fue la economía que más creció en todo el mundo en 2022. Lo corrobora el Banco Mundial, pues sus cifras indican que la expansión del producto interno bruto (PIB) fue de un 57.8%. Con una población de poco más de 800,000, el PIB per cápita supera los US$9,000.
Guyana tiene muchísimos recursos naturales. No sólo se trata de petróleo, que se explota desde 2015 en las costas que, en algunos casos, reclama Venezuela, sino que, además, tiene importantes reservas de oro y otros metales preciosos. Sin embargo, también posee otros potenciales por explotar. Sus tierras son llanas y se prestan para desarrollar la agricultura como medio para generar divisas.
En este contexto de oportunidades de negocios y de inversión que significa Guyana, las autoridades dominicanas han sido proactivas.
Hace alrededor de dos meses una delegación del Gobiernos dominicano, acompañada una amplia comitiva de empresarios, visitó ese país. Lo propio hicieron los guyaneses. Es el inicio de una relación diplomática de oportunidades para ambos, la cual ha sido visualizada con tiempo por ambos jefes de Estado.
Este es el momento de Guyana, ahora es la oportunidad de establecer relaciones y acuerdos de largo plazo para el bienestar de ambos pueblos.