El Partido Cívico Renovador (PCR), del general retirado Jorge Zorrilla Ozuna, proclamó al presidente Luis Abinader como su candidato para las elecciones presidenciales de 2024. Desde el punto de vista político y partidario, sin ánimo de analizarlo más allá de lo que se ve a simple vista, esta es una decisión normal y correcta.
Ahora bien, ya sea que el Presidente fue tomado por sorpresa (o fuera de base) ante una audiencia eufórica por tratarse de un acto de proclamación, pues el éxtasis nos hace “actuar en la ola”, o Zorrilla Ozuna, un sabio de las oportunidades, aprovechó el momento justo para lograr su objetivo frente a sus seguidores, Abinader Corona pisó la “cáscara de guineo” al decir “lo juro”. Jurar es comprometerse con la palabra a cumplir con una promesa. ¿Cuál es el problema? Qué Zorrilla Ozuna, a quien no tengo el gusto de conocer, ha sabido colocarse en el momento y lugar adecuados para aprovechar las oportunidades.
Pienso, y eso me gustaría decírselo de frente, que no debió preguntarle lo siguiente al Presidente: ¿Jura usted darnos la oportunidad de ser parte del tren gubernamental desde ahora y también para después? Cualquiera no quisiera estar en los zapatos del Presidente. Hay políticos y hay “políticos”. El general retirado obró mal y puso al jefe del Estado entre la espada y la pared. ¿Cuál debió ser la respuesta de Abinader ante una audiencia que lo proclama su candidato?
Zorrilla Ozuna confundió al candidato con el Presidente y éste último se dejó llevar, cometiendo un desliz que, a la larga o la corta, podría ser costoso desde el punto de vista de la imagen que Abinader ha proyectado, pues es harto conocido que se trata de alguien que tiene la mejor de las intenciones en la gestión del Estado.
Es más, me atrevo a decir que Zorrilla Ozuna, queriéndose hacer el gracioso ante sus seguidores, hizo esa pregunta sin pensar en las consecuencias ni en la forma en que sería interpretada. Él debería aclarar, sin demora, que su intención no era poner al Presidente en una situación incómoda.
Sonó mal. Zorrilla Ozuna sonó más como un “oportunista” que como un político que busca servir a la patria. Fue de muy mal gusto ver al Presidente decir “lo juro” en un acto político para responder a una pregunta que lo único que busca es definir al Estado como un pastel del que vamos a servirnos y no a servir.
Admito que no puedo entender la capacidad de “transformation” que tienen algunos políticos para hacer una transición tan rápida para pasar de la cuadra ruda a la técnica y viceversa. El amor a la patria debe ser inconmensurable. Zorrilla Ozuna estuvo “no se sabe cuántos años” en las gestiones del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), como director del Instituto Nacional de Estabilización de Precios (Inespre), y de un solo golpe ya mudó sus creencias al partido de Gobierno.
Al Presidente candidato, porque está en campaña, no le queda otra que aceptar cualquier apoyo. Tengo la esperanza de que no se deje meter gato por liebre.