Poco a poco, sin prisa y sin pausa, pero con la paciencia que caracteriza a los chinos, esta gran nación asiática se está convirtiendo en lo que todos saben que sucederá algún día: en la gran potencia mundial. Ha demostrado ser una sociedad enfocada en objetivos.
Ha logrado hazañas que colocan su civilización en la cima de los logros humanos. Desde la Gran Muralla hasta la proeza de ser los primeros en colocar un robot en la cara oculta de la Luna, con planes de enviar hombres a Marte, China se erige como la nación de lo posible.
Su ganancia de espacio o ponderación en la economía global también fue la pieza clave para que Naciones Unidas retirara el apoyo a Taiwán como la verdadera representación del pueblo chino en la década de los 70. China es hoy, por mucho, el mayor fabricante de autos en el mundo.
Su importancia como jugador en la economía global también ubica a su moneda, el yuan, en un lugar de preponderancia. De hecho, cada vez son más los países que lo utilizan en las transacciones, lo que, a su vez, se traduce en una mayor influencia. Las sanciones impuestas a Rusia por la invasión a Ucrania han llevado a China a pagar en rublos y viceversa; lo mismo que India, que paga a China en yuanes.
Aunque el dólar estadounidense es aún por mucho la moneda de referencia global, el tiempo no se detiene y los chinos han demostrado que su paciencia tampoco tiene fin. Poco a poco, aunque sea de a ápices (de chines en chines), los chinos mellan le hegemonía de Estados Unidos. Está lejos, como he dicho, pero el tiempo es inexorable.
Observar que, según el sistema internacional SWIFT, el yuan superó por primera vez al euro en la historia como la segunda moneda más importante en el comercio global. Los datos disponibles establecen que el dinero chino aumentó su participación de un 4.82% en agosto a 5.8% en septiembre en los pagos internacionales.
Y como es de todos conocido, el dólar sigue en la cima. No es tan fácil que pierda su preponderancia, especialmente porque la economía de Estados Unidos tiene cómo influir, incluso, en las decisiones de otros países que también son potencia. En septiembre llegó al 84.15% de participación frente al 83.95% de agosto. Estamos hablando de los pagos internacionales según SWIFT.
Aunque en esencia es una moneda que goza de mayor prestigio que la china y, de hecho, es más fuerte, el euro está en un tercer lugar en cuanto a los pagos internacionales. Pasó de 6.43% en agosto a 5.43% en septiembre. Repito: China está aprovechando las sanciones a Rusia para fortalecer su presencia en el comercio internacional.
India, que hace unos años destronó a China como el país más poblado, comenzó a pagar el petróleo ruso en yuanes y sólo con eso es suficiente para variar la contabilidad del comercio global.
Estos son datos que establecen claramente que hay otras monedas que no sólo ganan espacio en las transacciones internacionales, sino que podrían generar confianza y motivar otros tipos de decisiones en los mercados.