El municipio Miches, en la provincia El Seibo, se ha convertido en un destino turístico en crecimiento. Con inversiones de más de US$735 millones, tanto públicas como privadas, se busca convertir esta localidad en la “Joya del Este”. Uno de los protagonistas, es el megaproyecto inmobiliario llamado “Maralda” liderado por Nader Enterprises, el cual proyecta una inversión total de aproximadamente US$75 millones, con más de 120 empleos directos y tres veces más puestos de trabajo indirectos durante la primera etapa de construcción.
Así lo afirmaron a elDinero los arquitectos Víctor Sanz Pont y Rubén Pedrajo, cofundadores de la empresa Grupo NX6, aliada al Grupo Maralda y creadores de la marca internacional Living the Noom, el concepto ganador de 17 premios internacionales de arquitectura disruptiva detrás de “Maralda”. La marca busca desarrollar proyectos turísticos conscientes y respetuosos con la naturaleza.
“El turista busca disfrutar de los recursos naturales del Caribe: sol, playa, montañas y ríos, cualidades presentes en República Dominicana. Por lo tanto, el crecimiento turístico debe ir de la mano con la conservación del entorno y tener un impacto positivo en la comunidad local”, resaltó Sanz Pont.
Al respecto, la también arquitecta Arlin Morales, socia del Grupo NX6 en República Dominicana, explica que Living the Noom es una marca internacional presente en otros países de América Latina y ahora llega a República Dominicana a través de la alianza con Grupo Maralda.
Los profesionales detallaron que el proyecto Maralda, en unos 109,000 metros cuadrados, será un ejemplo de desarrollo inmobiliario sostenible en el país. Contará con 40 edificios (de cuatro a ocho unidades) y 15 villas, ocupando menos del 10% del terreno total como huella. “El diseño del proyecto se adapta a la demanda, permitiendo flexibilidad en la cantidad y forma de las unidades habitacionales”, resaltó Pedrajo, al indicar que Maralda tiene alrededor de cinco etapas que se estima concluir entre cuatro a seis años.
El enfoque principal de Maralda es tener un impacto mínimo en el entorno. “Se busca preservar y mejorar el lugar a través de la reforestación y la integración de vegetación endémica de bajo mantenimiento en los edificios, agregando áreas verdes al proyecto”, puntualizó Sanz Pont.
Recalcaron que el concepto se basa en diseñar espacios que promuevan el bienestar de las personas y una vida saludable. El diseño Wellness busca crear un hogar en armonía con la paz y la naturaleza.
Morales agregó que el 1% de todas las ventas del proyecto será destinado a una causa social o grupo vulnerable, desvinculado a Maralda, elegido por el inversionista, como una forma de impactar a las personas de zonas aledañas.