[dropcap]A[/dropcap] propósito de la visita que hizo al país el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el objetivo de analizar y evaluar la salud de la economía, los expertos dominicanos han concentrado sus esfuerzos en analizar dos aspectos: los riegos que encara el país por el problema fiscal y el alto endeudamiento.
Sin embargo, el comunicado de los técnicos está repleto de observaciones, ponderaciones y sugerencias para quienes tienen el poder de decisión. La falta de competitividad, que indudablemente afecta a los sectores productivos, ocupa una gran parte del documento.
Como en otras oportunidades, el FMI volvió a referirse a que el crecimiento económico que ha experimentado el país, incluso por encima del promedio de la región, se ha distribuido de manera desigual y que todavía quedan “importantes cuellos de botella” que afectan la productividad y el crecimiento a largo plazo.
El Foro Económico Mundial, que ha medido la competitividad entre países desde 1979, la define como “el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país”. Según el organismo, otra manera de pensar sobre qué hace a un país competitivo es considerar cómo promueve el bienestar realmente. Una economía competitiva es productiva. Y la productividad conduce al crecimiento.
Es justamente sobre los niveles de productividad en los que el Fondo enfatiza. República Dominicana está en la necesidad de vencer muchos obstáculos para llegar a ser un país competitivo.
Para los técnicos del FMI, el diálogo en curso sobre el Pacto Eléctrico ofrece una oportunidad única para abordar los desafíos de gobernabilidad, las deficiencias de infraestructura y las políticas de fijación de precios en el sector eléctrico, variables que a su entender frenan al crecimiento.
Pero hay dos aspectos vitales que aparecen en el documento. Destaca que otras reformas orientadas a preservar los incentivos a la inversión y mejorar el clima de negocios incluyen el fortalecimiento de las instituciones y la gobernanza, mayor previsibilidad del sistema tributario y una continuada inversión pública en infraestructura.
Según el informe, las políticas dirigidas a impulsar el empleo, a través de mejoras del mercado laboral, la “graduación” de los programas de asistencia social para integrarse a la fuerza de trabajo, y el desarrollo y actualización de las capacidades mediante la formación vocacional, ayudarán a sustentar directamente los esfuerzos de reducción de la pobreza impulsados por el Gobierno.
La protección social también fue tema de agenda para el FMI, pues entiende que podría fortalecerse ampliando la cobertura del seguro social, abordando los desafíos del sistema público de salud y aplicando políticas que fomenten la formalidad en el mercado de trabajo.
Si bien hay serias preocupaciones sobre el déficit fiscal, una materia que habrá que analizar con amplitud, y que hay riesgos sobre la sostenibilidad de la deuda en un contexto de alzas en las tasas de interés, las observaciones de los técnicos del Fondo miran mucho más allá de la curva.
¿Qué esperar de las autoridades dominicanas? Lo primordial es que prime la sensatez y la transparencia. Este 27 de febrero el presidente Danilo Medina tendrá que dirigirse al país para contarle lo que ha hecho en estos últimos 12 meses. Sin embargo, es oportuno que dé señales fehacientes de que habrá cambios fundamentales que inyectarán optimismo en los sectores productivos.