El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, dijo este jueves que “no importa qué tan grande sea el muro” que el presidente de EE.UU., Donald Trump, quiere construir en la frontera con México, si no se ofrecen oportunidades y seguridad a la población de Centroamérica y México, seguirán llegando migrantes ilegales.
Moreno realizó esta declaración durante una conferencia de prensa para marcar el inicio en Asunción de la 58 reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El presidente del BID dijo a preguntas de los periodistas que mantenía desde hace años una buena relación con el general John Kelly, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, y con quien ha tratado el tema de la migración ilegal.
Moreno afirmó que las razones por las que familias centroamericanas se enfrentan a enormes riesgos para cruzar de forma ilegal a Estados Unidos es porque la situación en sus países de origen es tan terrible que están dispuestos a arriesgar incluso la vida de sus hijos.
“Tenemos que ver qué es lo que pasa en el país para brindar más oportunidades de empleo, para que los problemas de seguridad de esos países se reduzcan de forma significativa, que toda la red social que ha dado típicamente el Gobierno sea una red fuerte”, afirmó Moreno.
“Y eso es justamente la parte de desarrollo que nosotros creemos que hay que crear de la mano con un gran ‘shock’ de inversión que se requiere para retener esos emigrantes”, continuó.
“Nadie quiere irse de su país. Pero precisamente hay que generar esas oportunidades para que no sigan emigrando. Y creo que no importa qué tan grande pongan el muro, si la gente no tiene oportunidades en esos países va a encontrar la forma de pasar. O por un túnel o en un camión o de alguna forma”, terminó señalando.
Por otra parte, Moreno subrayó los “beneficios” de la globalización para América Latina y criticó a quienes señalan “sobre bases falsas que no ha servido”, en referencia a los llamados proteccionistas del presidente estadounidense, Donald Trump.
“No podemos asumir sobre bases falsas o equivocadas que el comercio no ha servido”, señaló Moreno preguntado por Efe en una rueda de prensa acerca del cambio de tono en EE.UU. con la llegada de Trump, quien ha hecho del nacionalismo económico uno de sus ejes de Gobierno.
El presidente de EE.UU., la primera economía global, ha prometido renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México y Canadá y se ha salido del Tratado Transpacífico con otras once naciones de la cuenca del Pacífico, lo que ha generado preocupación internacional sobre una posible marcha atrás en el proceso de globalización.
Al inicio de la reunión anual del organismo que se celebra estos días en Paraguay, Moreno remarcó que América Latina “si algo se ha beneficiado es del proceso de globalización, de nuestra inserción en la economía internacional”.
“Obviamente, la globalización produce debates porque claramente hay ganadores y perdedores (…) Y se han venido haciendo correcciones”, precisó.
Ante este cambio de rumbo del Gobierno estadounidense a favor del nacionalismo económico, el presidente del BID subrayó que “es el momento de globalizarnos más, y globalizarnos dentro de nuestra propia región”.
De hecho, remarcó que esta necesidad de acelerar la integración regional, con una de las tasas más bajas de apenas el 20% de exportaciones, será uno de los principales temas de las asamblea anual del banco multilateral.
También comentó el escándalo de sobornos multimillonarios de la constructora brasileña Odebrecht, que ha salpicado a varios Gobiernos de la región.
“El caso Odebrecht le ha hecho enorme daño a la empresa, a algunos Gobiernos, pero el daño más grande es que se puede generar una idea de que las alianzas público-privadas son malas”, sostuvo el exministro colombiano.
Especialmente, agregó, “en un momento en el que consideramos que América Latina tiene que doblar la inversión en infraestructura en la próxima década y no hay manera de hacerlo sin una alta participación del sector privado”.
“Tenemos que encontrar los correctivos. Lo que ha pasado con Odebrecht y en Brasil es una oportunidad de aprender donde están las fallas”, dijo Moreno ante los periodistas en la sede del Comité Olímpico de Paraguay, donde se celebra el encuentro.
Para limpiar su imagen, Odebrecht pidió disculpas públicas en diciembre y se comprometió a pagar multas por más de 2,000 millones de dólares a los Gobiernos de EE.UU., Brasil y Suiza.
La primera jornada de la reunión del BID tuvo como principal evento “Idear Soluciones”, una discusión sobre el papel de la mujer como motor de innovación y transformación social y económica en la región y en el que intervinieron más de quince emprendedoras del continente.
“Hay barreras invisibles”, declaró a Efe Victoria Flexer, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina y que dirige un proyecto para mejorar las tecnologías de extracción de litio y desarrollar baterías de alto rendimiento en la provincia de Jujuy.
Flexer subrayó que aunque “las becas y los puestos de investigación están abiertos a todo el mundo; muchas veces, cuando se presenta una mujer a una entrevista laboral, o presenta un trabajo científico o tecnológico, hay miradas de asombro en la audiencia, y eso es lo que tenemos que revertir”.
Unas 2,000 personas, entre líderes del sector público y privado y representantes de la sociedad civil, así como ministros de Economía o Hacienda, asisten a la 58 edición de la Asamblea Anual de Gobernadores del BID y la 32 edición de la Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII).
Este viernes se celebrará el Foro Empresarial, al que asistirán decenas de líderes del sector y representantes gubernamentales.
Durante el día también está previsto que se realicen varias reuniones bilaterales entres líderes empresariales y ministros de la región, que han acudido a Asunción.
El BID también aprovechará su reunión anual para dar a conocer los tradicionales informes macroeconómicos y de sustentabilidad de la región.
Paraguay vuelve a acoger la Asamblea de la institución más de cincuenta años después de que lo hiciera en 1965, cuando por primera vez se hizo fuera de Washington.