El pasado 11 de septiembre, justo en la fecha que conmemora el ataque terrorista contra las Torres Gemelas en Nueva York, se llevó a cabo la III Convención Dominicana de Aseguradores, bajo el lema “Desastres naturales, perspectivas aseguradoras: Retos y oportunidades”, donde varios invitados internacionales, junto a invitados y funcionarios locales, pasamos revista a la situación del sector seguros en nuestra región.
Las palabras de apertura estuvieron bajo la responsabilidad de nuestro superintendente de Seguros, quien hizo unos señalamientos muy importantes y esperados por todos, en relación a la necesidad de concienciar a la población de lo importante que es la previsión a través de los seguros y, sobre todo, llamó la atención a sus compañeros políticos en el Gobierno por no tener la conciencia suficiente para asegurar los bienes comunes que administran, donde solo en el 2017 el Estado invirtió un 7% del Presupuesto en daños por desastres naturales.
Nuestro buen amigo Miguel Villamán, director ejecutivo de CADOAR, nos descifró los termómetros y las tendencias de nuestro mercado. En 2017 las primas suscritas ascendieron a RD$50,922.2 millones, alrededor de US$1,000 millones. Las pérdidas rondaron en los U$133 millones, sin haber tenido desastres naturales como los ocurridos en Puerto Rico con los huracanes Irma y María, que solo nos alcanzaron con pérdidas por RD$2,102.4 millones, debido a la gran cantidad de inundaciones que nos produjeron, con apenas 952 reclamaciones. Imagínese que en Puerto Rico las aseguradoras recibieron 276,313 reclamaciones, donde se han pagado hasta la fecha US$3.8 billones, según los datos presentados por el comisionado de seguros.
Los dominicanos no somos muy previsores, y hacemos grandes inversiones y en lo último que pensamos es en los seguros requeridos. Pero también vivimos rodeados de riesgos que bien podrían ser transferidos para nuestra seguridad a las aseguradoras. Observen este ejemplo: el 65% de las reclamaciones en Puerto Rico fueron de viviendas, equivalente a menos de un 10% de las 952 reclamaciones en total. En la cultura nuestra solo hacemos seguros cuando necesitamos del financiamiento que nos obliga hacerlo. En los vehículos de motor, ya hemos hablado bastante, la mitad circula sin coberturas.
Dentro de los retos y oportunidades que tiene el mercado de seguros, está cerrar la brecha enorme que tenemos en el mercado. Y lo primero es que debemos reformular la Ley de Seguros, que sigue detenida en el escritorio del superintendente, quien ya debería dar el paso a su sometimiento al Congreso Nacional. Hacer cumplir la Ley 63-17 de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, y junto a esta la ley de Seguridad Social, combinar la solución de los accidentes de tránsito para crear el FONAMAT. También debemos ir pensando en regular la Ley de Condominios para la cobertura de los edificios de apartamentos y sus áreas comunes.