La deuda dominicana, por el monto y por el riesgo de convertibilidad, es un tema de discusión constante. Por un lado están quienes justifican cada bono emitido, porque es para cubrir el déficit público expresado en el Presupuesto, y por el otro están aquellos que alegan que no vale la pena ni resulta un buen negocio, desde el punto de vista estratégico, tomar préstamos para pagar deuda.
Una deuda es buena o mala según el objetivo por el cual se toma. Si usted, por ejemplo, se endeudó para irse de vacaciones, pero resulta que vencido el plazo para pagar no tiene liquidez, entonces lo obvio es que pida otro préstamo por ahí para saldar ese con el plazo vencido.
Sin embargo, no es saludable si se analiza que no fue para algo productivo y que los intereses corren sin tiempo ni límite.
Ahora bien, si usted tomó prestado para su vivienda o para ampliar su negocio, en el que usted genera ingresos y empleos, en este caso sí es saludable hacerlo. ¿Y República Dominicana, cómo lo hace?