Santo Domingo.- La persistencia del déficit fiscal y el endeudamiento desmesurado del gobierno, a pesar de los signos positivos que dieron algunas variables macroeconómicas durante el año que finaliza, constituyen los principales focos de preocupación de Participación Ciudadana (PC), institución que considera alarmantes los niveles de gastos improductivos con que carga la administración pública.
En su “Balance del Año 2014”, la organización observa la alta proporción del presupuesto que significan las remuneraciones del gobierno. Compara que en 2005 los ingresos ordinarios fueron de RD$157,015 millones y que diez años después, en 2015, serán de RD$455,433 millones, para un crecimiento promedio anual cercano al 20%.
Sin embargo, señala que en este mismo período las remuneraciones pagadas por el gobierno central se movieron de RD$37,191 millones, en 2005, a un presupuesto de RD$138,801 millones en 2015, lo que indica un 27% promedio de crecimiento anual. “Dicho de otro modo, mientras los ingresos se multiplicaron 2.9 veces, las remuneraciones crecieron 3.7 veces durante el período en consideración”, destaca Participación Ciudadana.
Para la organización, el desbordado incremento anual en los gastos de nómina obedece a la cada vez más acentuada práctica clientelista en el manejo de las finanzas públicas, lo cual, sostiene PC, revela la existencia y creación de múltiples instituciones, organismos e incluso ministerios sin ninguna utilidad para el buen gobierno.
El balance, que fue presentado por la directora ejecutiva de PC, Rosalía Sosa, también destaca la conformación de nóminas supernumerarias y hasta “nominillas” destinadas a garantizar un salario a militantes y activistas del partido que tiene el control del presupuesto nacional. “Esto es lo que explica que mientras en 2005 las remuneraciones significaron el 23.7% de los ingresos corrientes, en presupuesto de 2015 representan el 30.8%”, sostiene la entidad.
Participación Ciudadana señala que para sustentar los gastos, que los califica de igualmente improductivos, el gobierno ha tenido que recurrir con mayor frecuencia al endeudamiento externo e interno, lo cual se nota en que en 2005 el servicio de la deuda fue de 24.6% de los ingresos corrientes, pero en 2015 será igual a 42.1%.
Esta forma irresponsable de ejecución del gasto público, entiende la organización ciudadana, unido a la asignación de un significativo monto de recursos para cubrir el déficit operativo del ineficiente sector eléctrico del país, genera serias restricciones para una sana ejecución presupuestaria, obligando a sacrificar las inversiones públicas por mantener estos altos niveles de gastos corrientes parasitarios.