El tema no es nuevo. Tiene más de una década en la palestra, aunque fue a partir de 2017 cuando comenzó a tomar cuerpo en la opinión pública. Las asociaciones de ahorros y préstamos (AAyP) claman por condiciones más holgadas para competir en un mercado cuyos números, a juzgar por la tendencia, no les favorecen.
Aunque surgieron en 1962 con el objetivo de facilitar el acceso a la vivienda, las condiciones del mercado de hoy son diametralmente diferentes. El volumen de las operaciones que realizan no les alcanza para mantener su proporción en el sector de la intermediación financiera. Necesitan, a juzgar por las reclamos que han hecho a las autoridades monetarias, manejar cuentas de cheque, abrir cuentas de moneda extranjera (dólares y euros, principalmente) y realizar otras operaciones de mercado abierto que sí las pondrían en condiciones menos desventajosas frente otros protagonistas del mercado.
¿Apoya que las asociaciones de ahorros y préstamos ofrezcan todos los servicios financieros?
- Si (83%)
- No (17%)
Quizá el tema no sólo competa a las asociaciones de ahorros y préstamos. Otras entidades han experimentado una pérdida en el mercado financiero. Según los números al cierre del primer semestre de este año, el sistema financiero total creció en RD$563,654.75 millones en los últimos cuatro años, es decir, un 44.26%.
Los bancos múltiples crecieron en RD$499,869.9 millones, que significa que representaron el 88.68% del aumento que registraron los activos totales en este período. Esto quiere decir que las instituciones de servicios múltiples experimentaron un aumento relativo de un 45.75%, es decir, más que el sector financiero en su totalidad.
Aunque el valor de los activos de las asociacioenes de ahorros y préstamos aumentaron en RD$53,957.36 en este período, para un 38.14%, su crecimiento relativo no se compara en nada como el experimentado por la banca múltiple.
En sentido general hay libre competencia y libertad de elección de los usuarios de los servicios financieros, pero el terreno, desde el punto de vista de la capacidad para competir, no es tal cual cuando a las AAyP se refiere. Hay que cerrar el capítulo de la falta de equidad en el mercado financiero. La Ley 183-02 tiene las herramientas. ¿Por qué no actuar si al final serán los consumidores los más beneficiados?