[dropcap]E[/dropcap]l panorama del sector transporte es conocido por todos. La posición dominante de los sindicatos está a todas luces. Sus principales dirigentes imponen su ley y los gobiernos, sin importar quien esté al frente del Estado, ceden a peticiones que no se han traducido en una solución al caos que afecta la movilidad de las personas, pero menos en una reducción de los costos en que debe incurrir la población para trasladarse. Todo lo contrario: la crisis se agrava con los días.
Los principales protagonistas del sector han logrado escalar a posiciones de influencia y poder que le han permitido relacionarse con todos los gobiernos. Su influencia les ha servido para lograr un trato preferencial con la exención de impuestos en los combustibles.
Cada mes nueve sindicatos de transportes reciben 4.5 millones de galones, que totalizan alrededor de RD$3,200 millones.
¿Quiénes lideran el sector transporte? Todos son transportistas, sindicalistas, empresarios y políticos, una coincidencia de roles que los convierten en el centro de atención de analistas. Juan Hubieres es el presidente de la Federación Nacional de Transporte la Nueva Opción (Fenatrano), Antonio Marte preside la Confederación Nacional del Transporte (Conatra) y Blas Peralta es el líder de la Federación Nacional de Transporte Dominicano (Fenatrado).
Uno por uno
“No sé los otros por qué están. En mi caso soy político desde que tengo 14 años de edad. Nací en el Movimiento Popular Dominicano (MPD). Estamos en política electoral desde 2007 cuando creamos el Movimiento Rebelde (MR). Tenemos 17 regidores en el país fruto de la acción política y nadie se da cuenta de eso. Yo soy diputado porque participé en unas elecciones vinculado a un partido político (Miuca-PRD en Monte Plata). Fui candidato a Senador en 2006 (Miuca-PRSD). Soy diputado aunque muchos no quieran saber de mí”, expresa Hubieres al contar parte de su recorrido por la política. Destaca que en las elecciones pasadas obtuvo más de 22,000 votos.
El presidente de Conatra es otro de los principales dirigentes en el sector que también lanzó su partido, al que llama Movimiento Primero la Gente, inspirado en un eslogan de campaña que utilizó José Francisco Peña Gómez en 1996.
Peralta, quien ha presidido a Fenatrado por más de diez años, anunció en septiembre de 2014 la formación del Partido de la Esperanza Nacional (PEN). El empresario del transporte ha sido relacionado al Partido Revolucionario Social Demócrata. Su organización política tiene domicilio donde funciona Fenatrado, que controla el transporte de carga.
El politólogo Daniel Pou considera que el proceso de ascenso social de los principales dirigentes ha venido como una consecuencia de que la mayoría de los dirigentes respondía a grupos partidarios más que a los intereses de sus trabajadores.
Pou entiende que lo que se ha producido ha sido una “sincerización” de algo que se ocultaba, que es una práctica “anarco-sindical” de vincular sectores cuyas luchas están enfocadas en aspectos de reivindicaciones que son relacionadas a aspectos propiamente políticos.
Considera que eso también, acicateado (estimulado) con las ventajas y canonjías que la vinculación de estos grupos sindicales empezaron a tener a partir de los partidos que desde el Estado lo coadyuvaron a convertirse en empresarios en función de tener un grupo privilegiado que le fuera fiel y leal.
Afirma que esa práctica ha traído como consecuencia que espacios de la vida pública, como es la regulación vial en República Dominicana, el tránsito de vehículos con miras a darle servicio a la ciudadanía, haya adquirido las propias deformaciones que la clase política le ha imprimido al Estado.
Movilidad social
El politólogo Luis González relaciona la trayectoria de los dirigentes del transporte a un proceso de movilidad social. Destaca el derecho constitucional que les asiste a aspirar a una posición política.
“La sociología enseña que existe la movilidad social y que hay formas lícitas e ilícitas. Dentro de las lícitas están las vinculadas al que hace lo aceptado por la sociedad, como son los estudios, los méritos, el trabajo, la suerte, un buen negocio, sacarse la lotería, pelotero, bachatero, artista en general y hasta casarse con alguien de mejor posición social y económica. Mientras que las Ilícitas son las vinculadas a actividades violatorias a las leyes”, explica.
Para González, el caso de los sindicalistas Juan Hubieres, Antonio Marte y Blas Peralta es interesante, porque han sabido ascender tanto en influencia y poder, como económicamente, aparentemente sin violar ninguna ley, con mucho trabajo y sacrificios.
A su entender, han sabido identificar una forma de movilidad que no demanda estudios, ni esperar que otros te aprueben, sino creando ellos las oportunidades, lo cual estima meritorio. “Esa es la razón, no hay otra, ascenso social, y si de paso pueden servir a los demás y ayudar un sector, mejor”, apunta.