[dropcap]L[/dropcap]a Ley de Tránsito sufre violaciones cotidianas. La Ley 241 de Tránsito Terrestre, modificada por la Ley 114-99, es la legislación que regula el transporte en República Dominicana.
Pero su aplicación es parcial y carece de constancia, pues la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) en ocasiones la aplica con negligencia y en otras no puede hacer uso de sus atribuciones, debido al peso de determinadas personalidades que se creen dueños de las reglas y simplemente no las respetan.

Las infracciones de tránsito son frecuentes en el país, ya que muchos conductores no respetan las señales de No Estacione, No Doble a la Izquierda, No Doble en “U”, Pare, No Pasajeros y otras tantas referentes al correcto orden en el tránsito de vehículos y su armonía con la circulación de los peatones y ciclistas.

Además de las violaciones a las señales mencionadas, es común el exceso de velocidad, la circulación de vehículos con neumáticos (gomas) lisas o con niveles de aire inadecuados y falta de luces en autos, camiones y motocicletas.
También se hace frecuente el paso de motocicletas por los elevados, los túneles y los pasos a desnivel, a pesar de que las normativas vigentes lo prohíben.

La situación es peor cuando quienes incurren en esas violaciones son, precisamente, personas llamadas a velar por el cumplimiento de la ley de tránsito, como agentes de la Policía, miembros de las Fuerzas Armadas y funcionarios del Gobierno.
República Dominicana figura entre las naciones con mayor tasa de accidentes de tránsito y muertes por esa causa en el mundo.