El 2020 fue un año de pruebas. El sector financiero dominicano las pasó todas. Los números presentados como resultados durante el primer semestre de 2021, al compararlos con lo que sucedió en la pandemia, establecen que las entidades de intermediación financiera sirvieron de plataforma para garantizar la estabilidad y el crecimiento económico.
Basta con revisar los datos que ofrecen las autoridades sobre el rol que ha jugado el sector bancario en la canalización de recursos en un contexto tan delicado como el que afectó al país, a propósito de la pandemia del covid-19.
Hay que destacar que a través del programa de provisión de liquidez en moneda nacional se movieron alrededor de RD$215 mil millones al sector privado, mediante el uso de reportos, reducción de encaje legal y la facilidad de liquidez rápida.
Una de las mejores noticias dadas a conocer por las autoridades monetarias tiene que ver, de igual manera, con la respuesta que dieron los agentes económicos a la política de flexibilización de las tasas de interés. Al cierre de junio alcanzaron el punto máximo de utilización de los recursos.
Los principales sectores que fueron beneficiados por el conjunto de medidas de flexibilización monetaria han sido comercio y mipymes (RD$91,684 millones), hogares (RD$32,935 millones), manufactura (RD$24,281 millones), construcción (RD$18,776 millones) y exportación (RD$6,821 millones).
En total, la banca otorgó 92,000 préstamos a través de las distintas facilidades puestas a disposición de los intermediarios financieros. También fueron aprovechados para refinanciamientos y reestructuraciones de deuda en condiciones más favorables para empresas y hogares.
Como se ve, la banca ha sido vital en todo este proceso de estabilidad macroeconómica por haber entendido al pie de la letra cuál es papel en momentos en que la sociedad, a través de sus sectores productivos, demanda de recursos frescos para mantenerse a flote.
Las bajas tasas de interés, impulsadas por las autoridades monetarias, junto a decisiones proactivas del sector financiero, como fue el período de gracia de tres meses para pagar los préstamos, sirvieron de mucho en este trayecto tan difícil para la economía dominicana. Con toda seguridad, es de orden admitir que parte del crecimiento de 13.3% del primer semestre de este año se debe, en una buena proporción, al papel que ha jugado la banca junto con las autoridades monetarias. Es momento de reconocer que sin la banca hubiera sido más difícil la recuperación económica.