Fidel Dipré es un diseñador y reparador de zapatos, quien por más de 30 años se ha mantenido en la calle Félix Evaristo Mejía del sector Cristo Rey, expresa que el 2021 ha sido un año de recuperación en comparación con el 2020.
Para el zapatero, el presente año ha servido para aprender a solventar situaciones económicas difíciles que se presentan en los negocios. “Hasta ahora no me ha ido muy bien. Los precios de las materias primas para fabricación de los zapatos han subido y he tenido que aumentar el costo de los calzados y eso me atrae menos clientes”, indicó.
Dipré espera que en 2022 la materia prima para la fabricación de los calzados se consiga a un precio menor al actual. Además, considera que el Estado debería ayudar a los pequeños comerciantes con el fin de mantener la estabilidad de los pequeños comercios dominicanos.
Con este pensamiento concuerda Mariana Pérez, una vendedora de ropa de pacas, quien asegura que en 2021 su negocio ha crecido a pesar de las adversidades económicas que vive República Dominicana a consecuencia de la pandemia del covid-19.
“La pandemia hizo que las personas no compren ropa y es obvio que no estaban saliendo, pero ahora mismo las personas se han volcado comprando ropa”, explica.
Pérez indica que sus ingresos han crecido en comparación con años anteriores, aunque destaca que la pandemia le dio la oportunidad para pensar y ampliar el negocio, situación que la ha llevado a generar entradas de dinero extras.
La comerciante espera que para 2022 la situación del covid-19 sea erradicada para volver a la normalidad económica y sanitaria.
Retraso
Aunque para muchas personas el año ha sido de recuperación, para otros no. Para Nelsa Abreu, una salonera del sector de Los Mina, su clientela se ha reducido en comparación con el 2019, situación que la ha llevado a reducir el personal del salón.
“Este año para mí sigue mal, los clientes no vienen a arreglarse con normalidad. He tenido que despedir empleadas y eso me entristece mucho”, explica.
Entiende que las medidas impuestas por el Gobierno para frenar la crisis sanitaria han hecho que los clientes no salgan con normalidad como lo hacían en años anteriores.
La estilista espera que en 2022 las personas vuelvan con normalidad a su negocio para seguir manteniéndolo, porque de lo contrario tendrá que cerrarlo.
Con este planteamiento concuerda la dueña del colmado Los Hermanos Solano, Yari Solano, quien asegura que ha sentido la recuperación económica en 2021 en escala, pues “específicamente en diciembre había aumentado significativamente la venta en comparación con los meses anteriores”.
Para la propietaria del colmado, las ventas han sido lentas porque a través de las ayudas que ha dado Gobierno, los ciudadanos compraban en los supermercados. Además, sostiene que el aumento de los precios en la comida ha afectado la demanda de productos del colmado.
“Sabes que las personas que compran en colmado lo hacen al detalle, entonces prefieren comprar una cantidad grande de productos antes que comprar un poco y aun así pagar un precio alto”, puntualiza.
Para Salvador Castro, un obrero dedicado a la construcción y reparación de hogares, el 2021 ha sido un mal año. Destaca que la pandemia ha aumentado el costo de los materiales de construcción y con esto ha sufrido consecuencias significativas que lo han llevado a reducir el precio de lo que cobra por día.
“He tenido que sacrificarme y cobrar trabajos que no he ganado nada solo para mantenerme activo en esto, no ha sido fácil, créeme”, afirma el obrero.
Castro tiene más de 15 años trabajando en el sector construcción y asegura que en sus años de trabajo nunca había enfrentado una crisis de esa magnitud. Espera que en 2022 el costo de los materiales se normalice y que el Gobierno tome las medidas necesarias.
Expectativas
Belliard Lebrón y Jesús Torres, ambos choferes de la ruta Ovando-Morgan, mantienen altas expectativas de mejoría económica para 2022.
Lebrón explica que uno de los retos que tuvo que enfrentar este año ha sido reducir la cantidad de pasajeros de la ruta, situación que llevó a los directores de la ruta a aumentar el pasaje. “Antes de la pandemia el pasaje costaba RD$15, ahora cuesta RD$25. Cualquiera se montaba, ahora la gente prefiere caminar”, reitera el chofer.
Así mismo, Torres mantiene la esperanza de que mejore la cantidad de pasajeros en la ruta. Aunque también espera que el 2022 sea de buen provecho para todos los choferes de la ruta.
En la actualidad, la ruta Ovando-Morgan mantiene las medidas impuestas por las autoridades. El uso de mascarillas y la reducción de pasajeros resultan ser las más robustas para el sindicato de chóferes.
La propagación de la ómicron en el mundo y los cierres de fronteras, apuntan a un inicio lento del 2022, República Dominicana mantiene la perspectiva de la recuperación económica del nuevo año.