Siempre ha sido motivo de discusiones largas y acaloradas todo lo relativo a las relaciones con Haití, tanto desde el punto de vista comercial, cultural, histórico y humano. Están los defensores y los detractores, cada quien con sus argumentos.
Para nadie es un secreto que el sistema de salud dominicana carga con un gran peso económico al atender a las miles de madres haitianas que llegan a nuestros hospitales sólo a parir. El costo para los contribuyentes dominicanos es motivo de debates frecuentes en diversos escenarios.
Ahora bien, hay una verdad irrefutable en este tema: República Dominicana ha sido históricamente solidaria con las mujeres haitianas que llegan sólo a parir, a pesar del peso que supone en el Presupuesto. La condición humana no se pierde por carecer de documentos para ser atendido ante situaciones de salud o emergencia sanitaria. El hecho es saber identificar quiénes se dan a la tarea de aprovechar esta ventana para hacer negocios con el tráfico de humanos con estos fines.
La preocupación en torno al tema también surge respecto a la proporción de mujeres haitianas con relación a las dominicanas que dan a luz en los centros de salud del sector público. Hay un tema que siempre se pone sobre la mesa: ¿Cuánto gasta el Estado en los partos de las haitianas?
Los números oficiales establecen que la proporción de mujeres haitianas que tienen partos vaginales es superior a las dominicanas, lo que obedece, fundamentalmente, a una decisión de la paciente o de los médicos. Sólo una de cada tres extranjeras da a luz a través de cesáreas y dos quintas partes de las dominicanas prefieren las clínicas privadas para alumbrar. Sin embargo, cada año hay un número que no baja: la cantidad de bebés de madres haitianas. En 2015, por ejemplo, 16 de cada 100 nacimientos eran haitianos, mientras que esa proporción aumentó a 30-70, es decir, que se duplicó en términos relativos.
Cuando se miran los números de haitianas que dan a luz en términos absolutos, la proporción también se duplica, al pasar de aproximadamente 19,000 en 2015 a más de 30,000 en 2020 y 35,662 en 2021. Las estadísticas establecen que las dominicanas pasaron de 103,700 a 81,071, una reducción que debe interpretarse como una movilidad hacia las clínicas privadas, aumentando la relatividad de las haitianas en los nacimientos de los hospitales.
En cuanto a los costos, un parto normal tiene un costo aproximado de RD$7,000 para el Estado y si es cesárea sube a RD$12,000. Lo que sí se sabe es que este tema debe ser abordado con mayor profundidad y responsabilidad por el Estado.