Lo que comenzó en 2006 como un proyecto de creación de valor compartido de Nestlé Dominicana para empoderar las comunidades, en especial a las menos favorecidas, en poco tiempo se convirtió en una fábrica de oportunidades para mujeres y hombres que, a través de la iniciativa de microemprendimientos y negocios, encontraron el sustento para sus familias y el incentivo para su crecimiento personal.
Como cuenta Patricia Mejía, directora de Asuntos Corporativos de la multinacional, “el objetivo principal de nosotros es mejorar la comunidad”. El programa Plan Barrio Nestlé integra a 3,600 microdistribuidores, socias y socios, distribuidos en 25 provincias del país, a quienes la empresa ofrece apoyo para su desarrollo personal y profesional.
“El hecho de que la mujer dominicana pueda salir adelante, de emprender, empoderarse, de formar su propio microemprendimiento o negocio en su casa, de que sea vista como un ejemplo de inspiración para los otros y para las niñas en sus hogares, pienso que ha sido principalmente el beneficio intangible”, comenta, al tiempo que agrega que es evidente que ellas mejoran.
“Mientras ellas van mejorando, la comunidad también va avanzando”. Y no se trata exclusivamente de un proyecto para féminas. Miguel Vásquez, gerente del proyecto Plan Barrio, detalla que tiene un 86% de mujeres activas y un 14% de hombres.

Un plan que evolución con la comunidad
Entre emotivos recuerdos, Patricia narra que el proyecto Plan Barrio inició “en las localidades que tenían menos recursos, con pequeños grupos que fueron reuniéndose en sus hogares, comprando nuestros productos, haciendo combos y vendiéndolos a la comunidad. Esto mientras mejoraba su calidad de vida.
Así, poco a poco, fuimos haciendo de Plan Barrio un proyecto que ya hoy es un extensivo y verdadero ejemplo” de desarrollo. Con el mismo entusiasmo, Belkis Encarnación Nova, quien es contable, rememora cuando conoció el proyecto. “Me encontraba desempleada”, recuerda. Cuando le preguntaron si le interesaba, dijo “si es Nestlé, hay algo bueno”.
Sus inicios datan desde el lanzamiento del proyecto en 2006. “Ha llenado mis expectativas. Me siento a gusto y he salido adelante (tras) 16 años formando parte de Plan Barrio”.
Asimismo, dice que el proyecto le ha permitido comprar muchas cosas que ha necesitado. “Siempre que necesito algo, me trazo metas y puedo lograrlo”.
En cuanto al aprendizaje y como ha crecido su familia, lo define como “grande y positivo”. “Este programa nos ayuda mucho, no solamente en lo económico, sino también en lo personal”.

“Esto es algo importante que tiene Plan Barrio: Les da las herramientas para que ellas puedan salir adelante y al mismo tiempo las empodera a nivel de formación y capacitación porque ellas saben que todo el tiempo es un constante aprendizaje y crecimiento”, agrega Mejía. En esa línea, señala que la empresa ha firmado alianzas con instituciones como Adopem-ONG, Fomin-BID y el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) para programas de formación en varios rubros, entre ellos: marketing digital, emprendimiento, ahorro, ventas, sustentabilidad, nutrición, entre otros.
El covid-19 no fue un obstáculo para llevar la formación a las participantes, ya que pasaron a ser virtuales.
“Ellas se conectan todos los jueves a capacitarse”, explica Mejía, quien destaca que “la empresa siempre está dispuesta a ayudarlas”.
Belkis se alegra de que su familia siempre la ha apoyado, en especial sus hijas. “Siempre están contentas porque al ser un negocio–porque no es un trabajo, es un negocio– trazamos nuestros propios horarios. Siempre estoy ahí apoyándolas. La que tiene 13 años la tuve estando en el programa. “Ella ha disfrutado de todas mis vivencias junto conmigo”, afirma.
Algo que valora de la iniciativa es que le permite mantenerse en constante capacitación, lo que le permite tener la posibilidad de integrarse a otras actividades. “Hemos recibido capacitaciones en lo económico, en lo personal para administrar el negocio, para que el mismo esté bien organizado”.
Es algo que también valora Miguel Vásquez, quien manifestó que las personas llegaron sin saber manejar una computadora, celular o redes sociales. Sin embargo, al llegar a la pandemia, “nos dimos cuenta de lo que habíamos creado. Cuando empezó, ellas mismas crearon sus WhatsApp Business, con micro distribuidoras y socias”.
Gracias a esto comenta que, al estar en contacto con los distribuidores, incluso en medio de la pandemia del covid-19, tuvieron buenos resultados gracias a ellas. “Salieron a la calle. Claro está, las orientamos perfectamente para que sus familias siguieran subsistiendo y orientando a la comunidad, para que se protegieran contra el virus, con todas las medidas sanitarias y de seguridad recomendadas por las autoridades.

Impacto
Si bien desde Nestlé valoran el impacto económico, lo que les motiva cada día a impulsar la iniciativa es el crecimiento de las mujeres. “Tenemos microdistribuidoras que han adquirido sus propios vehículos gracias a la venta de estos productos, otras que se han graduado y sus hijas también”.
Vásquez califica el proyecto Plan Barrio como “único”. Destaca que el programa está contribuyendo a reducir los niveles de pobreza, por lo que dentro de la compañía se considera un programa estrella.
“Este programa hace que la comunidad mejore… estamos presente en toda la comunidad y si ellos están bien, nosotros también lo estamos”.
Patricia Mejía, directora de Asuntos Corporativos de Nestlé.