Las agujas del reloj marcan las 12:38 de la tarde y el estómago ruge. El paladar “se imagina” saboreando un mofongo acompañado de un jugo de limón y un flan recién salido del horno. La cocina dominicana es una combinación de recetas típicas africanas y precolombinas con técnicas del nuevo mundo.
Salir a comer en Santo Domingo no es una opción barata, cuesta dinero. Los expertos en finanzas personales indican que presupuestar estas salidas será la mejor opción para no usar indebidamente las tarjetas de crédito y seguir al margen la planificación presupuestaria.
Con vistas panorámicas hacia el Mar Caribe, Adrián Tropical ofrece platos que recrean la cultura gastronómica dominicana, desde un mofongo por RD$319 hasta RD$749 por un chow fan. El establecimiento tiene la peculiaridad de estar al aire libre, opción que les permite ofrecer postres fríos como coco (RD$199), leche cortada (RD$119) o frutas en almíbar por RD$99.
Después de una caminata de 15 minutos por los senderos del Mirador Sur, el lugar perfecto para saborear comida típica es El Higüero. La opción de probar un “reburujao de yuca y chicharrón” por RD$379, un chivo al horno (RD$999) o guisado (RD$1,249) volverán agua el paladar de los comensales. Unos palitos de pollo (RD$249), chicharroncitos de pollo (RD$324) o pasta (RD$359) serán una elección para los infantes.
Los dominicanos que no deseen salir de la metrópoli, con un presupuesto entre RD$340 y RD$890 podrán encontrar un menú variado en el restaurante El Conuco. Además, su catálogo ofrece parrillas para compartir entre dos personas por un monto que varía entre RD$1,110 y RD$1,300.
Para los más aventureros y que deseen hacer turismo en Monseñor Nouel, una parada gourmet en el Típico Bonao servirá para terminar el recorrido con la barriga llena y el corazón contento. Los caldos (RD$320), ensaladas (RD$190) y carnes (RD$360), harán que el paladar viaje por una variedad de ingredientes y sabores.
Comidas como el sancocho, la bandera o el pescado frito de Boca Chica son degustados por los turistas y cientos de dominicanos que prefieren salir a comer antes que poner en práctica las recetas aprendidas de la abuela.