Cada cierto tiempo un grupo de abogados y supuestos defensores del medio ambiente se inventa estudios sobre supuestos datos de plantas eléctricas a los recursos naturales. Es algo lamentable, porque la acción desacredita las verdaderas y buenas intenciones de quienes sí defienden el medio ambiente de forma seria.
Esos oportunistas lo que buscan es generar opinión pública, a los fines de conseguir ciertas facilidades económicas de aquellas empresas que se dejan presionar por los ruidos mediáticos. Sin embargo, el tiempo, poco a poco, ha ido desnudando esas intenciones malsanas, pues solo basta con ver los llamados informes o estudios para darse cuenta de que no son más que inventos sin sustento científico.
Primero arrancaron con la Central Termoeléctrica Punta Catalina (CTPC), pero, al ver que no obtendrían nada por esa vía, ahora la emprenden contra Seaboard y sus barcazas Estrella del Mar II y III. No cedan al chantaje.