Para desarrollar un sector económico se necesita de políticas públicas, desarrollo técnico-profesional e inversión pública y privada. En los últimos siete años el sector pesquero de República Dominicana ha estado alejado de esta realidad, actividad que aporta cerca de RD$7,000 millones al producto interno bruto (PIB) y tiene un valor agregado de RD$1,500 millones, según el Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura (Codopesca).
Los números demuestran que el brazo financiero dominicano ha respaldado tímidamente esta actividad económica. En el 2019, la Oficina Nacional de Estadística (ONE) reveló que este sector tiene un promedio de escolaridad de 6.1 años, o sea, un ciclo básico en el 85% de su población que para ese entonces era de 14,929 pescadores. A eso se suma que cerca del 92% de estos, declararon no haber recibido ningún tipo de entrenamiento o capacitación.
Si se parte de la cantidad (17 provincias litorales de 31 más el Distrito Nacional) y características de las costas, así como de la ubicación geográfica del territorio dominicano en la región del Caribe, surgen preguntas: ¿Por qué el país no es una gran industria pesquera a lo interno o externo? ¿Por qué ese sector no está mejor de como se encuentra hoy?
Según la Superintendencia de Bancos (SB), en 2016 el sistema financiero emitió 45,927,429 préstamos por monto de RD$10,438.4 millones a las diferentes actividades productivas, de los cuales a la pesca le correspondió 4,736 por valores de RD$1,138 millones, representando el 0.01% del total. En efecto, este ocupó el último lugar y el que menos apoyo financiero recibió dentro de las 19 actividades económicas que se desarrollaron en el país, también en los siguientes seis años.
De acuerdo a los datos, entre 2017 y 2021 la pesca empezó a ampliar su acceso al crédito formal. Recibió en ese período un total de RD$12,268 millones, siendo el 2020 con más financiamiento tras desembolsárseles RD$3,438 millones; pero fue el segundo en cantidad de préstamos percibidos detrás del 2021, al cerrar con 6,159.
En enero-abril 2022, el sector pesquero ha registrado 2,438 préstamos, un 0.01% respecto a la cantidad total (18,645,401). Esto representa una diferencia absoluta de 402, con relación a los 2,036 anticipos que se destinaron en igual período de 2021; con una tasa de interés promedio de 13% anual.
El monto financiero se redujo cerca de un 2.5% en el primer cuatrimestre 2022 al registrar RD$1,059.42 millones, para una diferencia anual de RD$28.1 millones en contraste con igual periodo 2021 (RD$1,087.55 millones). Desde el 2016 a este período, la SB registró alrededor de RD$14,466.35 millones en financiamiento a la actividad pesquera del país.
De acuerdo con el “Primer Censo Nacional Pesquero 2019” de la ONE, el cual reportó 14,929 personas dedicadas a esta actividad en las costas del país, 13,915 (93%) afirmaron que nunca habían solicitado algún tipo de crédito, al tiempo que 1,006 sí solicitaron préstamos equivalente al 6.7%. No obstante, de este último grupo no se especifica a cuántos se le otorgaron.
Reacción oficial

Una de las razones que expone a esta situación, según el director ejecutivo de Codopesca, Carlos José Then, es la poca organización o formalización de la mayoría de los que practican la pesca de manera artesanal, a tal punto que se le dificulta colocar un patrimonio de garantía.
Reconoce que la falta de mayor solvencia, educación y tecnicismo en la “explotación de peces” y otras especies marinas, son los principales males que dificultan industrializar a gran escala al sector con equipos a la vanguardia y tecnológicos, materiales para mejoras y estrategias; a pesar de que la institución manejó un monto por encima de los RD$161.3 millones, en el cual, el 76.9% (RD$124.1 millones) se fue solo en nómina.
En 2022, el presupuesto vigente de este órgano adjunto al Ministerio de Agricultura ronda los RD$246.8 millones. Tiene proyectado en pago de nómina cerca de RD$166.1 millones, equivalente al 67.3%. A junio 2022, los gastos ascienden a RD$93 millones, de los cuales ya RD$77 millones (82.8%) son en remuneraciones y contribuciones.
El censo 2019 reportó que los bancos privados son los que más han apoyado al sector pesquero con un 57%. Los prestamistas o persona particulares registran un 20.2% de los créditos otorgados, ocupando la segunda posición, y, en el tercer lugar, se ubican las cooperativas con un 9.2%. Entre los tres acreedores previos se engloba el 86%. En el restante 14% se destacas los estatales Banco Agrícola con 7.9% y la Fundación Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA) con 3%.
Pescadores

Tanto la máxima autoridad pesquera como los pescadores que se dedican a esta actividad productiva, estiman que la demanda local ronda entre 70,000 a 80,000 toneladas métricas (TM) anualmente, entre pescados y mariscos.
Roberto Cabrera, quien tiene 52 años pescando de los 85 que tiene de edad, asegura que cuando la temporada está buena y no hay mal tiempo puede llevarse a su casa entre RD$4,000 y RD$5,000 diarios en la venta de unas 100 libras de pescado. Mientras, en temporada baja puede llegar con las manos vacías.
Cabrera, que también se dedica a tejer redes artesanales por RD$12,000, explicó que nunca ha recibido fondo económico, capacitación técnica o de otra índole para dinamizar su actividad, por lo que su ejercicio es meramente empírico.
El presidente de la Asociación de Pescadores y Buzos del Distrito Nacional (Asopebudina), Menio Félix expresó que “si las autoridades que inciden en el sector auxiliaran más a los pescadores artesanales en estrategias de pesca, método y financiamiento; tuviéramos mejor eficiencia en la producción y de condición de vida”.
Este gremio, fundado en 1971, sostiene que no se siente respaldado por las autoridades porque si bien sus miembros tienen carnet para pescar, mas no seguro de salud, y no son tomados en cuenta en las propuestas de decisiones.
Félix entiende que este sector puede constituirse en una pieza importante en la alimentación de la sociedad dominicana “no solo en Semana Santa”, sino en el año completo si recibieran el apoyo como otras actividades productivas; a raíz de que países con menos condiciones pesqueras que República Dominicana lo son.
Francisco Corona, abogado de Asopebudina, ve proyección y buenos resultados en la “pesca satelital”, método que sostendría a los pequeños pescadores en caso de que la Armada de República Dominicana (ARD) estuviera dispuesta en colaborar en todo el país.
Producción

En términos de producción, el 2019 (prepandémico) fue el mejor en los últimos 15 años para el sector tras registrar 16,066 toneladas métricas (TM). Ese año solo es superado por los registrados en 2002 y 2003 tras reflejar 17,261 y 18,097 TM, respectivamente.
En 2020, la producción se redujo en un 38.5% con relación al 2019, pues se reportaron 9,880 toneladas métricas para una diferencia absoluta de 6,186 toneladas. Dentro de los cuales, 5,905 (60%) fueron de peces, 3,856 (39%) en crustáceos y 118 (1.2%) toneladas fueron de moluscos.
Según Codopesca, la producción en 2021 se reportó cerca de 14,000 TM, con la agravante del aumento de los combustibles y demás insumos; afectando la jornada y el mercado.
Estructura en el sector pesquero

Conforme al “Primer Censo Pesquero 2019, existen 205 puertos que sirven de punto de zarpe y desembarque de productos alrededor del país, de los cuales la provincia de Samaná es la que posee la mayor cantidad con 57 y Puerto Plata, la segunda con 19 puertos para un 28% y 9%, respectivamente.
La población (14,929 pescadores) dedicada a la pesca es 90% masculina, es decir 13,436 y el restante 10% femenina (1,493). Además, se tiene un alto nivel de informalidad, un 8% de los pescadores tienen carné de pesca y de las 1,573 embarcaciones pesqueras, el 62.3% cuenta con matrícula y un 28.3% posee licencia para la explotación pesquera. De estos, el 64% de los pescadores no están afiliados a ninguna organización.
El Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura (Codopesca) registra a la fecha 3,000 pescadores de aguas profundas, 600 armadores, un sector secundario con 800 establecimientos y 400 granjas de peces. Además, maneja 30 “Pescadería Mi Barrio”, programa que funciona como cooperativa para ayudar a las familias de escasos recursos “con inversión de cerca de RD$25 millones”.
Pesca ilegal

El director ejecutivo del Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura (Codopesca), Carlos José Then, entiende que la explotación deliberada de peces y otras especies marinas, es otro factor que ha limitado que República Dominicana sea una industria fuerte.
“Hace 30 o 40 años atrás los peces que manejamos en nuestras costas fueron muy abusados y, hoy en día, se presenta escasez en algunas de esas áreas”, manifestó Then.
Sostiene que “de por sí en el país no existe una producción desarrollada como algunos piensan”, ya que lo más avanzado que se tiene es la que se realiza en río San Juan y Puerto Plata, cuya labor es desempeñada por dueños de pequeñas embarcaciones que no tienen el potencial de pescar en aguas profundas y, que también, corren el riesgo de caer presos si cruzan en aguas internacionales tras ir hacia bancos de peces con mejores condiciones.
Esta situación impide que se supla la demanda nacional que ronda en los 70,000 TM anualmente, para la cual se produce cerca de 16,000 TM, por esa razón, la Dirección General de Aduanas (DGA), en 2021, reportó suma de US$176 millones en el comercio de peces, de los cuales las exportaciones fueron de US$8.8 millones y las importaciones de US$167.2 millones.