Los mares y ríos han sido fuentes de sustento para la humanidad desde hace milenos. Sin embargo, como pasa con todos los recursos naturales, la sobreexplotación es un riesgo. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alerta sobre el porcentaje de peces en niveles biológicamente sostenibles que han descendido de 90% en 1974 a un 65.8% en 2017.
En un planeta donde se estima que la población podría alcanzar los 9,700 millones en el 2050, es necesario encontrar vías para lograr una producción de alimentos sostenibles y respetuosos con el medioambiente. Ante esto, la acuicultura permite el acceso a una gran variedad de alimentos económicamente más accesibles.
Especies marinas como la tilapia, el pacú y los camarones, son algunos de los mariscos que se pueden encontrar en la producción dominicana.
Según el Ministerio de Agricultura (MA), en 2019 se reportó una producción total de 284,271 quintales de peces, lo que representa un aumento de un 30.5% respecto al 2018 cuando se ubicó en 217,889 quintales. Entre 2015 y 2019, el país acumuló alrededor de 1,168,572 quintales, siendo el 2015 el de menor ponderación con 194,148 quintales.
Con respecto a los crustáceos, para 2019 se resgistró una producción de 66,337 quintales, siendo la langosta común del caribe el marisco de mayor producción, ya que representa el 61.3% de la producción total (40,675 quintales).
Los moluscos compuestos por el ostión de mangle, los calamares nep, el pulpo común y los moluscos marinos nep sumaron 3,584 quintales en 2019, lo que significa una desaceleración de -32.2% respecto al 2018 cuando se ubicó en 5,288 quintales.
Pesca nacional
El consultor ambiental, Osvaldo Vásquez, estima que en el país hay una demanda de al menos 100,000 toneladas de productos acuícolas cada año. Sin embargo, de esa cantidad se producen alrededor de 10,000, es decir, apenas el 10% de la demanda.
Pese a la alta demanda de mariscos en el país, las estadísticas indican que para suplir la deficiencia en la producción local se importan estos productos. De hecho, desde hace 10 años la compra en el mercado extranjero de estos animales marino viene en aumento. Entre 2014 y 2022, las importaciones se mantuvieron por encima de los US$100 millones, excepto el 2013 que se fijó en US$94 millones.
En el período 2021-2022, el mercado pesquero se colocó sobre los US$150 millones, a diferencia de las exportaciones que para igual período sólo alcanzaron los US$9.7 millones. Sin embargo, entre 2013 y 2020, se observan subidas y bajadas en los montos que no alcanzaron los US$19 millones. Tras la pandemia covid-19, se evidenció un crecimiento de 28.7% en las importaciones al comparar el 2020. Esto no resultó igual para las eventas externas que disminuyeron -12.1% en igual etapa.
Crédito
Los préstamos permiten a los productores expandir su producción, invertir en equipamiento y adquirir nuevas tecnologías que aumenten la productividad y reducir costos. Pedir un crédito como parte de una estrategia comercial bien pensada, puede además ser un trampolín para un futuro exitoso.
Para intensificar y ampliar la acuicultura, la FAO asegura es necesario contar con financiamiento suficientes, por eso, en su informe “El estado mundial de la pesca y la acuicultura 22” explica que el Estado debería abordar las limitaciones de las inversiones creando un entorno propicio y promoviendo incentivos atractivos para los inversores y las instituciones de crédito.
Conforme al Banco Agrícola, en el primer trimestre de 2023 se han desembolsado alrededor de RD$42.2 millones otorgados al sector acuícola, siendo el municipio de Azua el más beneficiado con RD$18.8 millones.
Para el segundo trimestre (abril- junio) se destinaron unos RD$44.8 millones, de este monto el municipio de Bonao representó el 29.9% de este crédito con RD$13.4 millones.
Estado de la pesca a nivel mundial
En 2020, el 84% de todos los pescadores y piscicultores se encontraban en Asia, seguida por África (10%) y América Latina y el Caribe (4%). Se dedicaban a la acuicultura más de 20 millones de personas concentradas principalmente en Asia (93.5%), seguido por África (3.1%) y América Latina y el Caribe cerca de 3%. Europa, América del Norte y Oceanía representaban, cada uno, menos de un 1% de la población mundial que se dedicaba a la pesca y acuicultura, según la FAO.
Cerca del 80% de los 37.9 millones de pescadores procedían del continente asiático, seguido de África con un 13%, las Américas con algo más de un 5% (porcentaje correspondiente principalmente a América Latina y el Caribe). Oceanía con algo más de un 1% y Europa con apenas menos del 1%. La cantidad destinada a consumo humano era de 20.2 kg per cápita, más del doble del promedio de 9.9 kg per cápita registrado en 1960.