Cuando se diseñó el calendario escolar para el período 2022-2023 se decidió dar inicio a la docencia a finales de septiembre, cuando debió ser a finales de agosto. Esto indica que, de inicio, se perdió un mes completo.
Sin embargo, se estableció cerrar el primer período el 23 de diciembre, apenas un día antes de la Nochebuena. Algo doblemente absurdo, pues de un lado es difícil que los maestros y estudiantes acudan a clases hasta un día antes del 24 de diciembre, pero, además, porque previamente se perdió el primer mes de clases, por iniciar el calendario muy tarde.
Otro absurdo ahora es establece que la docencia sea hasta el 21 de diciembre. ¿Cuál es la diferencia entre el 23 y el 21? Esos dos días de clases tampoco serán impartidos, pero así lo decidió el Consejo Nacional de Educación en su reciente reunión.
Lo más lógico habría sido iniciar en la tercera semana de agosto y concluir este viernes 16 de diciembre. Pero no. En nuestras autoridades “académicas” es escaso el sentido común.