El 2022 será recordado como un año de desafíos superados para República Dominicana, e igualmente, de transición en importantes temas de la vida pública nacional. No obstante, debemos sentirnos optimistas, esperanzados y positivos de que la forma en que nuestro país salió adelante ante las múltiples crisis internacionales ha demostrado la resiliencia de nuestra economía y su gente.
No podemos iniciar una retrospectiva del año sin comentar el panorama internacional, principalmente la agresión de Rusia contra Ucrania. Esta guerra desató un espiral de aumento de precios a nivel mundial que todavía estamos sintiendo y que se espera continuarán afectando el desempeño económico en el año 2023. También interesante notar que, para nuestro país, Ucrania y Rusia eran importantes fuentes de turistas para nuestra industria de turismo.
La compleja situación económica internacional no solo tuvo su origen en el conflicto bélico iniciado por Rusia, sino que venía germinando desde la pandemia y los efectos que tuvo sobre la logística y producción internacional. Sin embargo, la rápida escalada de precios y la inflación que causó, seguida por aumentos en las tasas de interés para contrarrestarlos, marcaron la tendencia en este pasado año.
En el orden más cercano a nuestro país, el 2022 fue el año en que nuestro vecino país de Haití colapsó por completo, dejando secuelas económicas y sociales que nos afectan de manera directa. Además de la lamentable crisis humanitaria que esto ha desatado, Haití es un importante socio comercial de nuestro país y su inestabilidad tiene un efecto directo aquí, por lo que el agravamiento de esta situación ha sido otro desafío a nivel local.
En el ámbito político, la campaña a destiempo ha marcado el año, pues los partidos se han abocado a elegir sus virtuales candidatos presidenciales y lanzarse al ruedo político, sin importar las restricciones de la ley. Igualmente, quedan pendientes en el Congreso Nacional importantes reformas en materia electoral, de transparencia y sostenibilidad, necesarias para continuar el desarrollo de nuestro país.
A pesar de todos estos elementos negativos, debemos reconocer y aplaudir que la economía ha mantenido un ritmo de crecimiento positivo, continuando nuestro reconocimiento como uno de los países de mayor crecimiento en el hemisferio. Igualmente, la envidiable estabilidad política y social que gozamos, frente a las lamentables situaciones que enfrentan otros países en la región, nos colocan como un destino primordial de inversión extranjera en el mercado de capitales internacional y en materia de turismo, elementos que aportan a que continuemos creciendo.
En resumen, el año 2022 ha presentado importantes retos para nuestro país en materia económico que hemos podido solventar de manera exitosa, de esta forma resaltando la resiliencia de nuestra economía. Sin embargo, en el ámbito de políticas públicas, todavía tenemos tareas pendientes para asegurar que este próximo año sea uno en que podamos continuar nuestros avances como nación. Pero debemos sentirnos orgullosos del balance de este pasado año, pues aunque nos queda mucho por hacer, seguimos avanzando.