El gabinete eléctrico no ha logrado unificar criterio en torno a un incremento en la tarifa de electricidad, la cual permanece invariable desde enero de 2006. Cuando las autoridades decidieron congelar el precio de la energía el barril de petróleo se cotizaba a US$58.10. Hoy está en esos mismos niveles.
El superintendente de Electricidad, Francisco Méndez, no descarta tomar cualquier medida y dijo que el Gobierno estudia un incremento de la tarifa para evitar una profundización mayor de la crisis que afecta al sector energético. El funcionario señala que pueden producir más apagones. Sin embargo, el vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Rhadamés Segura, expresó esta semana que todavía no hay nada decidido en ese sentido y que ni siquiera se ha tratado el tema.
La decisión de no incrementar el precio de la electricidad durante el 2008, año en que el petróleo registró un precio histórico de US$147.25 por barril, hizo que el monto del subsidio llegará a US$1,200 millones aunque el presupuesto para el fue de US$650 millones.
“El Gobierno está en disposición de hacer todo cuanto sea necesario para resolver el problema de la generación eléctrica, al tiempo de descartar que por el momento se proyecte aumentar la tarifa a los usuarios del servicio eléctrico”, señaló Segura. La el precio de la electricidad tiene tres años y cinco meses sin variación.
Lo que más le preocupa a las autoridades es que el precio del fuel oil, del cual depende el 55% del parque de generación, está subiendo y a la fecha su cotización ronda los US$42 el barril. El 18.7% de la energía que se utiliza en el país es generada con gas natural, un 15.8% en hidroeléctricas y un 10.3% a carbón.
Un informe sobre la proyección de demanda de energía y potencia requerida para el período 2009-2016 indica que el parque de generación actual no responde al criterio de eficiencia energética que exigen los tiempos actuales.
Los datos oficiales indican que sólo por concepto del subsidio a la tarifa de electricidad el Gobierno se ha visto en la obligación de erogar US$550 millones en los últimos tres años, de los cuales US$467 millones fueron el pasado como consecuencia del incremento que registraron los combustibles y la decisión de no variar la tarifa. El 2008 fue electoral.
A principios de este mes el superintendente de Electricidad expresó que ciertamente la crisis en el suministro se ha agudizado y que las horas de energía suministradas se han reducido en un 5%, lo que indica que según los datos los usuarios de las distribuidotas reciben alrededor del 80% de la demanda.
El vicepresidente de la CDEEE es más optimista. Segura descarta la posibilidad de que el país se vea afectado por una especie de “apagón financiero”, precisando que aunque en el Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos correspondientes al 2009 sólo se consigna una partida de US$412 millones como subsidio al sector, se vienen adoptando medidas para cubrir en forma eficiente el desbalance proyectado por los técnicos de la CDEEE, ascendente a US$280 millones de dólares.
“Porque el monto real de ese déficit se sitúa en unos US$700 millones las diligencias que hemos estado haciendo frente al Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se encaminan a evitar contratiempos en cuanto a la necesidad de cubrir a finales de año este déficit”, sostuvo.
Mientras los funcionarios del gabinete eléctrico no se ponen de acuerdo en cuanto a lo que pasará con la tarifa energética, Segura afirmó que el Gobierno está en disposición de hacer todo cuanto sea necesario para resolver el problema de la generación eléctrica, al tiempo de descartar que por el momento se proyecte aumentar la tarifa a los usuarios del servicio eléctrico.
Desde mediados del 2008 los organismos internacionales han sugerido introducir cambios a la tarifa de electricidad, pero aún el tema no se ha tratado con el presidente Leonel Fernández. Lo único que se ha encaminado son vías para motorizar inversiones en la parte de generación, pero que los inversionistas han visto que el mercado dominicano adolece de falta de condiciones adecuadas, principalmente por la falta de flujo de caja en las distribuidoras y los constantes conflictos que se dan por la falta de pago del Gobierno para cubrir el déficit que afecta al sector.