Desde que las actuales autoridades asumieron el control del Estado dominicano en agosto de 2020 marcaron una estrategia en materia de las finanzas públicas cuyo propósito ha sido mantener “en buena salud” las cuentas del Gobierno. Y parece que ha sido así.
En sólo dos años, la administración de Luis Abinader, a través del Ministerio de Hacienda, ha enfocado sus esfuerzos en lograr sostenibilidad fiscal, reduciendo la relación de la deuda respecto al producto interno bruto (PIB) y, como variable adicional, alargar los plazos para pagar el servicio de la deuda. Todo ha salido bien, a juzgar por lo que hoy pueden mostrar las cuentas públicas.
Como carta de presentación, las autoridades de Hacienda pueden pregonar una mejoría en la calificación del riesgo crediticio del país, lo que ofrece cierta holgura a la hora de salir al mercado de capitales a emitir bonos.
Esto, por ejemplo, ha servido para que en momentos en que las tasas de interés no son las más atractivas del mercado, se ha logrado colocar deuda a 7.05%, en el caso de las emitidas en dólares, y 13.62% para la indexada en pesos. Esta emisión, que es de US$1,800 millones, tiene vencimiento hasta después de 2033.
La recompra de deuda, renegociación, reenganche o reemisión, como se le quiera llamar, ha dado resultados positivos. Ha salido tan bien la estrategia que ya son cuatro las veces que Hacienda lo ha hecho.
La primera operación de manejo de pasivo de este gobierno fue apenas cuatro meses después de iniciarse, en diciembre 2020, por un monto de US$1,132 millones, mientras que la segunda fue en junio de 2021 por RD$74,900 millones. La tercera fue en febrero de 2022 por US$1,100 millones, mientras que la cuarta, por US$1,800 millones, fue dada a conocer el 31 de enero de este año.
La expansión del PIB en 2022, que nominalmente llegó a US$114,000 millones, también ofrece la ventaja de no sólo ver cómo mejora la renta per cápita, a pesar de los sesgos que tiene como variable, sino de mejorar la proporción de la deuda respecto al tamaño de la economía. Estas son noticias positivas que son observadas y tomadas en cuenta por los inversionistas internacionales, principalmente los que compran la deuda dominicana.
Y ya lo dice la frase: tener un crédito saludable es como tener liquidez. Le ha salido bien la estrategia del manejo de pasivos al Gobierno.
En todo esto, sin embargo, hay una observación oportuna: es hora de que este país revise su sistema impositivo para hacerlo más amigable con los sectores productivos, a fin de que el país mejore la competitividad.