Un grupo de amigos del mundo del seguros (participantes del CHAT CODIGO HAMMURABI), entre ellos aseguradores, corredores, reaseguradores, abogados y economistas, tuvimos a bien celebrar un encuentro campestre en el RANCHO BACHUE, del buen amigo Manuel Matos, en Los Quemados de Bonao, donde disfrutamos de las exquisitas atenciones de Dona Rossi y su equipo, con un almuerzo al estilo sureño, Chivo con chenchén etc.
El objetivo del encuentro fue sacar las discusiones más técnicas y complejas de la pantalla del móvil y ampliarlas y desarrollarlas en un ambiente de camaradería, el cual fue muy agradable, refrescante y objetivo, enriquecido por un aire fresco y saludable en un marco montañoso, que nos ofreció gratis, un paisaje de las mejores creaciones de la naturaleza. allí, conversamos libremente sobre la situación actual de nuestro mercado asegurador y los retos que tenemos para seguir ofreciendo los servicios requeridos por nuestros clientes con la calidad y sostenibilidad que demanda el mercado.
Lo malo de todo esto, es que el reciente gran terremoto de Turquía, agrava aún más la situación del mercado asegurador, ya que presiona sobre su ya cargada siniestralidad, y aleja la posibilidad de una recuperación de las grandes pérdidas que se vienen teniendo a lo largo de los recientes años, con los ciclones, incendios, tornados e inundaciones, pero también con las movilizaciones, motines huelgas y guerra.
El mercado nuestro, muy reacio al ajuste de los precios de las primas, nos ha colocado en una situación desventajosa ante los reaseguradores, que han optado por reducir su interés por nuestro mercado, retirándonos capacidad, cuando cada vez necesitamos un volumen mayor, ya que el crecimiento económico, con grandes y nuevas inversiones, nos lo esta requiriendo. Por lo que, será un gran reto para las aseguradoras, la renovación de sus contratos de seguros para este año 2023.
Esta cuestión fue la que más interés concito en nuestros planteamientos. Nuestro mercado no ha sido consecuente con los reaseguradores en cuanto al costo y las primas, donde algunas aseguradoras exigen primas insuficientes sin transparentar los incrementos de todos los componente del mercado que si están ajustándose con la inflación que sufrimos.
Esta situación, nos puede llevar a que tengamos deficiencia en los programas de seguros de muchos grandes riesgos de la zona, pero también a que la calidad de nuestros reaseguradores no sean de las mejores, y que los mismos, no estén alineados, de tal manera que un mismo bien o propiedad, tenga diferentes modelo de cobertura, que solo se conocerán, cuando abordemos los siniestros.
Por las condiciones atmosféricas y geológicas de nuestra isla, y sumándoles las sociales, no nos podemos dar el lujo, de quedarnos sin reaseguros, o deprimir su calidad. Y por la deficiente actuación de nuestro regulador, los aseguradores, corredores y sectores afectados, deben empeñarse, emplearse, ocuparse a mitigar los efectos de las malas prácticas y descuido del mercado, antes que no tengamos tiempo ni de lamentaciones. Continuaremos con el tema, en el próximo artículo.