Es posible que usted conozca a alguien que haya actuado de buena fe para resolver una situación en una empresa y que, luego de la investigación correspondiente, los directivos hayan decidido desvincularlo, en lugar de felicitarlo o ascenderlo.
La razón es que, posiblemente, ese empleado, bien intencionado, actuó fuera de lo que se conoce como el “manual de procedimiento”, lo cual conlleva un riesgo, pues así como se resolvió el problema, pudo haber empeorado.
Es preferible, incluso, que el empleado haga uso fiel y efectivo del manual de procedimiento, aunque el resultado sea un fracaso. De esa forma, tras la investigación, los directivos decidirán dejarlo en sus funciones y procederán a revisar el manual para evitar que vuelva a fallar en el resultado esperado.
Es como cuando se dice que hay leyes injustas. Es posible, pero es la ley y hay que cumplirla. El manual de procedimiento es lo adecuado, no la acción improvisada, aunque bien intencionada.