Desde la plantación hasta la transformación en objetos de usos cotidianos, la industria maderera toma auge en la economía dominicana. Así lo destaca el informe “Perfil económico de las industrias de productos de madera, papel y cartón en República Dominicana”.
Y no es para menos, en las calles dominicanas se encuentran vendedores ambulantes y empresas que ofertan artículos realizados en madera, papel y cartón. De hecho, algunos emprendedores realizan manualidades a base del material procedente de los árboles para generar lucrativos ingresos.
Las ventas de la fabricación de productos de madera, papel y cartón pasaron de RD$9,151.9 millones en 2011 a RD$39,373.5 millones en 2022. En términos absolutos significa RD$30,221.6 millones. En 2012, los ingresos se situaron en RD$9,747.3 millones, seguido de RD$10,790.6 millones en 2013 y RD$12,919.9 millones en 2014.
El estudio elaborado por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), establece que los ingresos por esta actividad manufacturera ascendieron a RD$16,276.8 millones en 2015, RD$2,140.7 millones menos que los RD$18,417.5 millones del 2016 y RD$1,797.6 millones de diferencia respecto a los RD$18,074.4 millones del 2017.
En tanto, en 2017 fue de RD$18,074.4 millones; 2018, RD$21,642.1 millones; 2019, RD$25,003.2 millones. En 2020, RD$25,763 millones; 2021, RD$34,399.9 millones y 2022 cerró con ingresos de RD$39,373.5 millones.
La economía creativa genera un valor no monetario que contribuye a un desarrollo sostenible inclusivo y centrado en las personas. “La cultura genera gran número de bienes de desarrollo, contribuye a un desarrollo social y económico”, establece la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Y no es para menos, la industria creativa y cultural aporta el 6.2% del empleo global, es decir, casi 50 millones de puestos de trabajo, siendo su foco los jóvenes entre 15 y 29 años, establece el informe “Perspectivas de la economía creativa 2022”.
Cristal Cuevas es un ejemplo de las estadísticas. Aprendió de su padre Benito Cuevas a tallar en piedra a los cuat años. “Ejercer la artesanía consiste en innovación y creatividad, para que cada cliente tenga una pieza única, original y exclusiva de acuerdo con sus gustos”, entiende.
Pero los precios de sus artículos varían entre RD$1,500 y RD$100,000. Por ejemplo, tres nacimientos tienen un precio de RD$50,000, ya que dependerá del tiempo de elaboración.
Apostar por la conservación de la cultura
La marchanta, las muñecas sin rostro, los burros cargados de frutos y víveres, las joyas de larimar y ámbar y los sombreros elaborados con hojas de palma y madera son algunos de los accesorios típicos que simbolizan la artesanía dominicana.
Pedro Peña Tolentino es oriundo de Santiago y encontró en la artesanía una manera de aportar a la educación y el desarrollo de República Dominicana. “En la antigüedad, las personas utilizaban el burro para su vida cotidiana y visualizarlo en una artesanía resume la cultura dominicana”, considera.
La Agenda 2030 indica que la economía creativa promueve la inclusión social, la diversidad cultural y el desarrollo humano, elementos estratégicos que resultan primordiales para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“Un artista realmente no tiene el arte como una fuente de vida, es una inspiración, es una poesía y es aún mejor cuando te pagan por lo que tú haces”, explica. De acuerdo con el emprendedor, el precio en promedio es de US$200, por las artesanías de las marchantas.
La Oficina Nacional de Estadística (ONE) indica que 1,795,090 personas asistieron a espacios y eventos culturales en 2014. De este monto, 935,220 realizaron compras en establecimientos formales y 400,791 compraron en establecimientos informales. Esta acción significó una dinamización de RD$837.6 millones.
Al desglosar los datos, el cine aportó RD$437.9 millones, seguido de los eventos artísticos con RD$155.6 millones y la asistencia a los museos con RD$98.4 millones.
Sin embargo, se evidencia que los hombres aportaron el 67.8% del gasto reportado en RD$837.6 millones, es decir, RD$568.4 millones. Los RD$269.1 millones fueron por el egreso de las mujeres en espacios culturales.
Comercialización
Los pedazos de madera que sobran de los talleres con operaciones de muebles y puertas se les llaman recortes. Estas piezas son reutilizadas por Oriolis Ramírez, un profesor retirado, para elaborar juegos de mesa.
“Enseñaba idiomas y matemáticas, por lo que me incliné por crear juegos lógicos, numéricos y de ciencias sociales”, comenta. El maestro indica que elaborar un mapa le toma tres horas y cuesta RD$1,500.
Para Ramírez, su pasión por la enseñanza sigue latente a través de la elaboración de juguetes de madera, lo que aportará en corto y mediano plazo a dejar un legado en su pueblo natal de Puerto Plata.
Además, la exportación de bienes creativos muestra un crecimiento sostenible en la última década, al pasar de US$419 millones a nivel global en 2010 a US$524 millones en 2020. Mientras, la exportación de servicios creativos se fijó en US$1.1 billón en 2020.
La Unesco indica que los productos de diseño dominan el comercio de bienes creativos, ya que representaron el 62.9% de las exportaciones, seguido de medios de comunicación con 13.4%, artesanía con el 8% y artes visuales con 6.2%.
Además, se proyecta que la demanda de productos de madera ascienda a US$465,300 millones para este año, un 2.7% más que los US$452,900 millones del 2022. Es decir, US$12,400 millones de diferencia, de acuerdo con el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes.