[dropcap]E[/dropcap]l Distrito Nacional y la provincia La Altagracia concentran el 59.7% de los casinos y salas de máquinas tragamonedas que operan, de forma legal, en 11 de las 32 demarcaciones de República Dominicana.
La segunda demarcación cuenta con 30 casinos y salas de tragamonedas y la primera con 13, totalizando 43 de los 72 centros de juegos que registra la Dirección de Casinos y Juegos de Azar, del Ministerio de Hacienda.
Aunque la Ley 351 específica que los casinos y máquinas tragamonedas deben operar en centros de “primera categoría” , como hoteles —con el objetivo de contribuir al fomento del turismo—, la ilegalidad también hace presente en esta forma de juegos de azar.
“Nuestros asociados constantemente nos hacen llegar quejas de establecimientos ilegales que operan en ciertas zonas, las mismas son tramitadas a los organismos competentes, principalmente a la Dirección de Casinos y Juegos de Azar”, revela David Moniz, presidente de la Asociación Dominicana de Casinos de Juegos.
Moniz afirma que esa práctica es nociva para el sector, puesto que perjudica la imagen y la calidad de la oferta de los establecimientos legales, “de manera profesional y con responsabilidad”.
Casinos y salas de máquinas traga monedas por provincias
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Recientemente, la Dirección de Casinos informó sobre la destrucción de 623 máquinas tragamonedas y “miles” de equipos que operaban de manera ilegal en establecimientos comerciales del Gran Santo Domingo y algunas provincias.
“Entre los equipos desguazados figuran 445 máquinas tragamonedas de colmados y 178 de bancas deportivas y casinos. Además, 988 token de las máquinas y 301 fichas de casinos. Asimismo, 236 verifones, 473 routers, 30 monitores antiguos y 1,077 impresoras que operaban en bancas de loterías ilegales”, detalla un documento del pasado 10 de mayo.
Las estadísticas de la institución indican que de enero a marzo de 2017 conoció 158 solicitudes de destrucción de máquinas tragamonedas y el cierre de cuatro casinos.
El directivo de la Asociación de Casinos asegura que esa entidad promueve el crecimiento del sector, siempre y cuando sea impulsado por gestores responsables y profesionales, “pues generaría aportes económicos y sociales al Estado y, de alguna manera, obligaría a mejorar la calidad del servicio en el mercado”.
El también director financiero de Cirsa, empresa propietaria de cinco casinos, sostiene que la instalación de un negocio de este tipo expande toda la economía de la comunidad, en muchos casos, beneficiando a negocios existentes.
“Los juegos de azar, como cualquier otra industria, pueden tener su propio nicho en el mercado competitivo sin poner en riesgo el potencial de crecimiento o sobrevivencia de sus vecinos”, aclara.
De acuerdo a Hacienda, las máquinas tragamonedas que operan de forma ilegal en el país se ubican en colmados, cafeterías, billares, peluquerías y bancas deportivas no autorizadas, algo que califica, además de ilegal, de “muy dañino a la sociedad”.
Impuestos y tarifas
Obtener una licencia para operar una máquina tragamonedas, además de otros requisitos, tiene un costo de RD$500,000, mientras que para una sala de juegos con aparatos de ese tipo cuesta RD$5,000,000.
En tanto, para conseguir una licencia para casino se debe pagar RD$10,000,000 y un traspaso de licencia de este tipo de negocios es de RD$4,000,000.
En 2016 las recaudaciones de la Dirección General de Impuestos Internos por el cobro de impuestos a las máquinas tragamonedas se situaron en RD$607.7 millones, mientras que la de los casinos fue de RD$227.8 millones.
Turismo
Además de requisitos económicos, la instalación de un casino en el país tiene otras obligaciones. El Ministerio de Hacienda exige: ser propietario, arrendatario o concesionario de un hotel de primera categoría, estar ubicado en una zona de interés turístico e indicar la naturaleza de los juegos de azar que se desean instalar y su mecanismo de funcionamiento.
Además, certificado de No Antecedentes Judiciales de los accionistas de la sociedad comercial, descripción del proyecto: inversión, ubicación, infraestructura (planos, fotos, etc.), croquis o planos para la instalación de las mesas de juegos, máquinas tragamonedas que deseen instalar en el casino, entre otros.
David Moniz considera que los casinos son una oferta complementaria dentro del sector turístico que provoca un potencial atractivo. “En los últimos años, República Dominicana, ha enfocado su esfuerzo en el sector turístico, mantener el liderazgo de turismo en el Caribe requiere de mantener una diversidad de ofertas de todos los servicios, incluyendo los casinos”, entiende.