Las autoridades han dado riendas sueltas al siempre dispuesto paladar de los dominicanos para “jartarse de alcohol” ahora en la época de Navidad y Año Nuevo. Habría que preguntarse si la restricción es real o es simple teoría normativa. Eso de los horarios es relativo.
No se entiende que justo cuando abren la llave para “beber de a mucho” también vienen con la alaraca de los alcoholímetros. ¿Por qué ahora? ¿Es sólo parte del show mediático que necesariamente debe montarse ahora o será una política continua del Estado? Los locos del volante andan todo el año en las carreteras.
Es evidente el alto grado de improvisación que hay en el Estado dominicano. ¿A caso se olvidaron de los primeros alcoholímetros que se intentaron implementar en el país?
En definitiva, y la historia no deja mentir, en el país se adoptan una serie de medidas mediáticas que luego caen en el olvido. ¿Para qué me dicen que beba ahora si me estarán acechando con los alcoholímetros?