La reforma fiscal implementada este año por Estados Unidos representa una oportunidad para que República Dominicana implemente los incentivos necesarios para atraer una mayor inversión extranjera.
Lissett Taufest, socia líder de Impuestos Internacionales en PriceWaterhouseCoopers, y Jacqueline Mora, directora de Analytica, coincidieron en ese cambio tributario va a generar liquidez para las empresas norteamericanas, por lo que el país debe aprovechar ese escenario.
“Esta reforma es más que una reducción de tasas, es el momento para sentarnos a pensar porque no solo porque afecta nuestra relación con Estados Unidos sino porque afecta nuestra competitividad con nuestros países de al lado”, aseguró Mora.
De acuerdo con las expertas, la mayor oportunidad del país radica en tres sectores: turismo, remesas y exportaciones.
Mora explicó que de 2006 a 2017 la llegada de turistas a República Dominicana aumentó en más de 2 millones de personas y que Estados Unidos es responsable en un 50% del repunte experimentado en ese sector.
Además, las exportaciones dominicanas (sin el oro) van dirigidas en 57% a Estados Unidos y las remesas que entran a República Dominicana (de los ingresos fiscales) vienen en un 75% de Estados Unidos.
Lissett Taufest y Jacqueline Mora hablaron durante el almuerzo-conferencia de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AmchamDR): “Reforma fiscal estadounidense: Impacto para la inversión extranjera en América Latina y retos para la República Dominicana”.
Preocupación
Durante la actividad, David Fernández, presidente de la AmchamDR, manifestó su preocupación por la excesiva generación de iniciativas legislativas que se superponen, en algunos casos, unas con otras.
“Es importante que recordemos y respetemos la especialidad que debe tener cada pieza legislativa, y los límites necesarios en el ejercicio de las funciones de las distintas entidades públicas. Ir por encima de estos principios traería como consecuencia la inoperatividad, y por ende, y a pesar de los esfuerzos, dificultaría el impulso de un Estado verdaderamente competitivo, como lo establece la Estrategia Nacional de Desarrollo”, explicó.
Asimismo, reiteró la necesidad del sector privado de que en el país exista seguridad y predictibilidad, de cara a las normativas que regulan las inversiones y el clima de negocios en general.