En esta ocasión presentamos el tercero y último de los pecados capitales del inversor:
3. No rebalancear su portafolio de inversión. Una de las mejores estrategias para mitigar el riesgo es la diversificación: invertir en distintas clases de activos tales como renta variable local, renta variable extranjera, renta fija, materia prima, fondos de inversión y sociedades de inversión inmobiliarias.
Un portafolio bien diversificado incluye una asignación específica de recursos en cada clase de activo. Por ejemplo, 50% en bonos de renta fija dominicanos, 30% en renta variable local y 20% en fondos mixtos.
La combinación perfecta de inversión dependerá de sus objetivos financieros, horizonte temporal y tolerancia al riesgo.
Recomendación: Aunque en principio sea contraintuitivo, el inversor inteligente debe de vender algunos de sus activos “estrellas” e invertir en activos de bajo rendimiento por lo menos una vez al año.
El objetivo del rebalanceo es mantener un “mix” óptimo de recursos que le generen beneficios estables.
La mejor cartera o portafolio de inversión es aquella que usted mismo diseña de acuerdo al nivel de riesgo que se está dispuesto a afrontar, de acuerdo a la edad, la cantidad de dinero que se tiene para invertir y el tipo de negocio que se tiene.
Usted puede mejorar su estrategia de inversión a través de herramientas online gratuitas, páginas web especializadas, libros en materia de inversión o bien acudiendo a su asesor financiero.