Hay una verdad que es irrefutable: el covid-19 nos obligó a cambiar los cuadernos y lápices por los programas informáticos Word, Excel y las aulas físicas por las virtuales Zoom, Google Meets, Microsoft Team y otras.
Al iniciar un nuevo cuatrimestre o ciclo en la universidad, por la situación sanitaria generada por esta pandemia, todo cambió: el pago de inscripción, la matrícula, los períodos y el extra créditos, entre otros. No se puede negar que al principio todo esto fue un caos.
Con escasas excepciones, por tratarse de algo inesperado, las universidades dominicanas no estaban preparadas para esta situación. Muchas no tenían una plataforma de pago por internet, lo que debió resolverse mediante llamadas hacia la institución para realizar los pagos Ya se imaginan el caso que generó que cientos de estudiantes llamaran al mismo tiempo para no quedarse fuera.
Para citar un caso, el que me compete, les cuento que la selección de materias fue una mezcla entre lo normal con algo nuevo, ya que habían cerrado tantas secciones por profesores que no tenían la capacidad de llevar clases virtuales. Esto causó otro problema: pocos profesores con muchas secciones y todas abarrotadas de estudiantes.
Los servicios como electricidad e internet experimentaron baches o intermitencias en momentos claves, tales como durante una exposición, una explicación importante y hasta en medio de un examen. Sé que muchos pensamos que sería fácil, pero no lo fue, pues no estábamos acostumbrados a tomar clases de esta forma. Siento que en algunas materias no adquirí el conocimiento que debía, con profesores que solo publicaban tareas en la plataforma para que investigues por internet. No es un secreto que siempre queda un vacío, el cual llena el profesor con su explicación.
No cabe duda de que este será el futuro de las clases. La pandemia vino a enseñarnos del uso que le podemos dar a la tecnología aplicada a la educación, donde profesores y estudiantes, si no se capacitan y adaptan para el cambio, dejarán de ser útiles. Esperamos ver una mejora de las plataformas universitarias para que haya mayor capacidad de tránsito de estudiantes en ella, que no colapsen cada vez que se necesita entrar en masas.
Sé que, al igual que yo, hay estudiantes que solo se inscriben por no “atrasarse”, ya que la verdad es que esta nueva forma no está siendo muy efectiva para adquirir el conocimiento deseado. Sólo pido que los encargados escuchen propuestas de estudiantes para entre todos poder hacer lo mejor para todos y así sacarle el mejor provecho a la tecnología y la educación, juntos.