Les confieso que todos los años me emociona celebrar el Día de la Mujer, pero mira bonita, no nos conformemos con tener una sola fecha. ¡Vamos a aplaudirnos todos los días!
Celebremos porque hemos avanzado en nuestra sociedad. Hemos alcanzado lo que una vez se creyó imposible: mujeres con participación, materializando sus ideas y alcanzando sus grandes sueños.
Estoy convencida de que logramos todo lo que nos proponemos una vez que decidimos reafirmar nuestras aptitudes. Sin miedo a equivocarme, puedo asegurar que la mayoría de las mujeres en nuestra sociedad que han logrado sus sueños o están trabajando para esto, lo hicieron cuando se convencieron de que realmente tienen la capacidad. Pues como diría la psicóloga Ginger Bejarano, “realmente esto solo pasa cuando nos convencemos de que sabemos hacerlo”.
Aunque de lejos resulta fácil animarnos, sé que todas en algún momento necesitamos de ese empujón para pensar y actuar en positivo. Decidí compartirles una carta que escribí para mí hace un tiempo. La leo cada vez que llegan dudas sobre mí y les aseguro que me ha ayudado bastante. ¿Qué te parece si también la haces tuya?
Querida,
Eres fuerte, valiente, independiente, desprendida, amorosa, trabajadora, de sentimientos nobles y logras todo lo que te propones. Tú eres esa mujer que cualquier persona quiere tener a su lado.
Te felicito porque eres y siempre serás luz a tu alrededor, por cuidar aquellos que están tu entorno, porque todos los días te levantas para dar el 100% en todo lo que haces. Porque eres esa hija, hermana y amiga incondicional. Es hora de que te perdones por juzgarte, maltratarte, por las puertas que te cerraste por miedo, por poner los intereses de los demás delante de los tuyos. Perdónate por las veces que preferiste herir tus sentimientos por cuidar el de los demás.
Nunca, pero nunca, aceptes menos de lo que mereces.
Ámate, respétate y cuídate hoy y para toda la vida.