[dropcap]S[/dropcap]egún un estudio realizado por la Comisión Agropecuaria del Partido Revolucionario Moderno (PRM), las visitas sorpresas que realiza el presidente Danilo Medina no constituyen un modelo viable para el desarrollo del sector agropecuario, pues son realizadas sin planificación, al tiempo que se revela como elevado el nivel de incumplimiento de las promesas a los agricultores.
Este estudio señala, además, que de 166 compromisos establecidos con asociaciones de pequeños productores de la región sur, solo se habían cumplido 18, es decir, apenas un 10.8%. Mencionando ejemplos específicos, el PRM afirma que promesas realizadas en 2012, como es la de asignar RD$30 millones para financiar cultivos de arroz y habichuelas en El Llano de Elías Piña, al día de hoy no se han cumplido, y que las visitas sorpresas solo tienen fines politiqueros.
Desde los inicios del gobierno de Medina, las visitas sorpresas se convirtieron en una de las principales estrategias que, desde el punto de vista de las autoridades, permitirían impulsar el desarrollo agrícola y pecuario a nivel nacional. Con el financiamiento como promesa, 110 visitas han sido realizadas y 623 proyectos observados, dejando entre los pequeños productores un dulce sabor sobre su futuro, al tiempo que el Medina sube en las encuestas cada vez que se le observa brincando un charquito rumbo a una comunidad lejana. Incluso, hombres de negocios como Don Pepín Corripio han valorado estas visitas, afirmando que vienen a dinamizar la economía de las comunidades campesinas beneficiarias de los préstamos.
Pero el PRM no se equivoca cuando señala que las Visitas Sorpresas no son una política pública, pues no responden a un conjunto de acciones, programas, proyectos e iniciativas con carácter institucional, modeladas a partir de necesidades y demandas identificadas, y estructuradas a partir de objetivos específicos y una visión integral de desarrollo. Pero tampoco se equivoca el presidente Medina al insistir en que mediante este mecanismo se llevan esperanzas de porvenir a comunidades históricamente desatendidas y comúnmente olvidadas.
En lo que sí oposición y gobierno deben coincidir es en el propósito político que está detrás de las visitas sorpresas, aunque con diferentes matices. Para el PRM el objetivo fundamental de las visitas sorpresas es politiquero, mientras que para el presidente Medina estas le han permitido poner su oído en el corazón del pueblo y esto, a su vez, le ha posibilitado unos cuantos puntos adicionales en las encuestas.