El Banco Central tiene como función fundamental garantizar la estabilidad de precios y asegurar que el entorno macroeconómico sea idóneo para la inversión. Para lograrlo, las autoridades utilizan una serie de instrumentos de política monetaria que les garantiza la consecución de sus objetivos.
Mantener la inflación a raya, por ejemplo, ha sido uno de los principales logros del Banco Central de República Dominicana. La certidumbre que genera un mercado con estabilidad de precios es algo que tiene un valor incalculable para los que planifican el desarrollo económico. La inversión privada sólo se asienta en un entorno estable.
Ahora bien, a propósito de la pandemia del covid-19 fue necesario adoptar una serie de medidas extraordinarias que evitaran el colapso de la economía y del sistema financiero dominicano. Ofrecer un paquete de alternativas de corte monetario se convirtió en un imperativo. Las circunstancias llamaron a aplicarlas sí o sí.
No cabe duda que el papel que ha desempeñado el Banco Central ha sido la espina dorsal en todo este proceso de recuperación que ha mostrado la economía dominicana desde febrero de este año, luego de casi 11 meses de transitar en terreno negativo. Revertir el -6.7% de 2020, que significó una pérdida superior a los US$10,000 millones en tamaño del producto interno bruto (PIB), constituyó un reto de marca mayor. Y se está logrando.
La economía se expandió un 13% en el período enero-agosto de este año, lo que sin duda marca una ruta segura hacia un crecimiento que por lo menos será de un 10%, acorde a las proyecciones que han hecho las autoridades. Una de las variables de mayor influencia en todo este proceso de recuperación, especialmente en lo que tiene que ver con las instituciones financieras, es la credibilidad que tienen las autoridades del Banco Central.
El factor confianza es decisivo. Más allá de la liberalización de fondos del encaje legal, de la reducción en 150 puntos básicos de la tasa de política monetaria (TPM), de los tres meses de gracia a los deudores y de haber flexibilizado el Reglamento de Evaluación de Activos (REA), entre otras medidas, la coherencia en la política monetaria ha sido un factor a tomar en cuenta.
Por los resultados que se pueden mostrar en estos momentos, con perspectivas a ser mejores en los meses por venir, es que resulta factible reconocer la importancia de la proactividad en la política monetaria, principalmente en un contexto de crisis económica con efectos globales. Si hoy República Dominicana está recuperando su economía, además de los inmejorables resultados de la vacunación, se debe, principalmente, al efecto que han tenido las medidas de política monetaria que efectivamente se han aplicado para evitar el colapso del sistema productivo.