Cuando las mujeres se integran a la actividad productiva las sociedades alcanzan mayores niveles de desarrollo, las economías se dinamizan y las brechas estructurales que perpetúan la desigualdad social y la pobreza se cierran.
En un contexto mundial en el que los países tratan de superar los efectos negativos de la pandemia del covid-19 ante los avances alcanzados en materia de derechos humanos e igualdad de género, Canadá busca desarrollar alianzas estratégicas con países que compartan su política de inclusión social, sobre todo con las mujeres.
“La meta es lograr un cambio transformador y profundo que logre eliminar las persistentes barreras sistémicas y las normas discriminatorias que impidan la igualdad de acción”, manifestó al respecto la embajadora de Canadá en República Dominicana, Christine Laberge, durante su participación en el seminario virtual organizado por Batey Relief Alliance con motivo de su 24 aniversario.
Durante el evento, dedicado a la participación de las mujeres en la recuperación post covid-19, la diplomática enfatizó que Canadá impulsa una “política exterior feminista” desde hace cinco años, que tiene que como meta ser “inclusiva, interseccional, transformadora y que tome en cuenta la protección a los derechos humanos”, además de combatir las distintas formas de discriminación.
“El enfoque busca tener en cuenta el contexto y basarse en alianzas, (pues) somos conscientes de que nuestros esfuerzos deben estar guiados por las personas afectadas, deben estar adaptados y tener en cuenta el contexto local”, puntualizó Laberge tras explicar la dinámica con la cual el país norteamericano sostiene sus relaciones comerciales.
Explicó que, en República Dominicana, la embajada que lidera ha otorgado su apoyo a movimientos feministas y a organizaciones de derechos de las mujeres a través del programa de Voz y Liderazgo de Mujeres, una iniciativa que busca contribuir a su empoderamiento económico, salud, bienestar y a que se garanticen y promuevan los derechos sexuales y reproductivos.
Asimismo, ha facilitado financiamiento a estas organizaciones no gubernamentales y de base a través del Fondo Canadá. “De esa manera, Canadá apoya enfoques innovadores y estratégicos a los problemas que afectan a las mujeres para garantizar una recuperación inclusiva de la pandemia de covid-19, que brinde a todas las mujeres en Canadá la capacidad de participar plenamente en nuestra economía”.
Laberge resaltó que el gobierno canadiense ha incrementado sus inversiones para garantizar el bienestar y la participación femenina en su economía, así como de personas de la comunidad LGBTIQ y de grupos vulnerables.
Consideró que los países deben de trabajar en conjunto para mantener “los logros sociales, económicos y políticos que las mujeres y sus aliados han luchado tan arduamente por conseguir” y abogó por la cooperación internacional para priorizar la igualdad, la inclusión y el respeto por la diversidad de cara a a un futuro “más pacífico, próspero y sostenible”.