El narcotráfico y los polizones constituyen dos de las principales preocupaciones de las autoridades de Estados Unidos en los puertos, razón por la cual las autoridades dominicanas deben mantenerse alertas y garantizar los altos estándares, pues son variables que afectan el comercio y la competitividad del país.
La afirmación fue expuesta por el presidente la Asociación de Navieros, Teddy Heinsen; y los miembros de la entidad Armando Rivas y Ángel Ramos, quien consideran que el polizonaje no sólo merece la atención de las autoridades dominicanos por su impacto en la economía y competitividad del sector, sino por los riesgos que representa para la imagen de seguridad que debe proyectar República Dominicana.
Los empresarios explican que este mal resulta en un negocio completo, pues los organizadores de viajes ilegales o quienes deciden irse como polizones a veces tienen quienes lo reciban. Apunta que en muchos casos van cargados con sustancias ilegales.
Los navieros llaman la atención sobre esta práctica porque 80% del comercio de República Dominicana se realiza con Estados Unidos, cuyas normas son muy estrictas.
Heinsen, Rivas y Ramos explican que el polizanaje es catalogado como crimen organizado, pues quienes lo hacen saben con quién, cómo y dónde hablar para cometer el delito, pero además porque pone en peligro la rentabilidad de las navieras del país.
Reconocen que la cantidad de polizones se ha reducido significativamente en el país, ya que hace diez años se iban entre 25 y 30 todos los meses.
A un voz
Los empresarios recuerdan que en el primer semestre de 2004 se fueron, según los registros, 256 polizones y a principios del año pasado sólo fueron tres, lo que, a su entender, es una muestra de la efectividad con que se aplican las medidas de control y vigilancia, sin que para ellos no sea una preocupación.
“Hay un control estricto entre las autoridades y el sector privado. El gobierno tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad y los empresarios de hacer las inversiones”, destacan.
Explican que está el polizón que es deportado de Estados Unidos y aquel que también es narcotraficante y que desea entrar con cualquier sustancia. “Todos son muy peligrosos porque las consecuencias no distinguen del origen del polizonaje, lo que sí es que hay amenazas para Estados Unidos, ya que ese país considera que si eso sucede también es posible que a un barco se suba un terrorista”, explican.
“En este momento la situación está bajo control. En los últimos tiempos hemos visto la reincidencia de personas que en el pasado habían sido capturadas. Recientemente en Puerto Plata cuatro personas fueron atrapadas. De los atrapados tres eran deportados. En Haina hace un mes fue capturado otra persona”, explicaron.
Una de las preocupaciones de los navieros es la falta de aplicación de Ley 426-07, la cual establece que toda persona no autorizada en una instalación portuaria o buque es un polizón. Su queja está relacionada en que por lo general los polizones, con la excusa de que son padres de familia, son liberados sin consecuencias.
A los empresarios les preocupa el desconocimiento generalizado de la ley que castiga el polizonaje, ya que por eso los jueces y todo el sistema de justicia no saben cómo tratar estos casos. “Por ahí anda nuestra preocupación. Tememos que esto pueda intensificar los casos de polizonaje. Al no haber castigo eso se convierte en un incentivo”, sostienen.