La iniciativa oficial para formalizar el trabajo doméstico es positiva y su diseño irá en beneficio tanto de los trabajadores como de los empleadores en su conjunto. El Ministerio de Trabajo abrió el pasado 1 de mayo el proceso para iniciar la formalización del trabajo doméstico.
Sin embargo, ha faltado más información en forma de orientación para empleadores y empleados sobre la importancia de esta iniciativa y, sobre todo, de la parte relativa a que no existen cargas económicas ni riesgos de demandas o cualquier otra situación en caso de hacer la formalización.
Si bien es cierto que muchas empleadas domésticas no se interesarán en ser formalizadas, porque ya tienen seguro médico, deben considerar que este proceso incluye un seguro de riesgos laborales, además de licencia pagada por maternidad y subsidio de lactancia y la posibilidad de una pensión solidaria que se haría efectiva al cumplir 60 años, beneficios con los que no cuentan en la actualidad. Eso hay que decirlo.