[dropcap]P[/dropcap]ara alcanzar el desarrollo económico y social de un país no solo se necesita de un proceso de expansión productiva continuo, sino también de creatividad, innovación y mucho entusiasmo. Esto último es lo que ha generado la idea del inquieto senador por Monte Plata, Charlie Mariotti, quien apuesta a la creación de una Ciudad del Conocimiento, la cual visualiza como el primer proyecto dominicano que integrará a todos los niveles del sistema educativo, en un hecho sin precedentes en el país, pues con esto se inaugura la más contundente alianza público-privada de que se tenga memoria.
Como si esta idea fuera poca cosa, se pretende también que la Ciudad del Conocimiento se constituya en un modelo de desarrollo regional, toda vez que se busca que impacte a las provincias de la Región del Higuamo, así como a todas las que colindan con Monte Plata. Pero lo que más llama la atención de esta iniciativa es su esquema articulador con el deporte y la cultura, sus vínculos con los sectores productivos, y la visión de largo alcance que subyace en sus propósitos.
Una fundamentación teórica de amplia base valida, además, el proyecto de creación de la Ciudad del Conocimiento, pues el mismo se sustenta en demandas y necesidades de los empresarios de la zona, determinadas a partir de entrevistas focalizadas y conversaciones cara a cara.
Padres, madres y tutores de los estudiantes de las escuelas de la zona empezaron también a formar parte del ejército de apoyo a este proyecto, sobre todo porque el mismo le garantizará, hacia futuro, una formación integral de sus hijos, con seguridad y alimentación incluidas.
De la misma manera, la vinculación internacional se presenta como un elemento distintivo de la Ciudad del Conocimiento, ya que para el desarrollo del proyecto se ha llegado a un acuerdo con un Comunitty College de la ciudad de Nueva York, básicamente en lo concerniente a la formación de docentes y al intercambio de experiencias y movilidad de estudiantes, egresados y profesores de ambas instituciones.
Dentro de todo, sin embargo, lo que más justifica el proyecto de la Ciudad del Conocimiento es la necesidad sentida de propiciar un cambio de modelo económico en el desarrollo regional y provincial de República Dominicana.
No podemos continuar pensando en que el bienestar de los 10 millones de dominicanos lo lograremos al mismo tiempo. Es mejor ir paso a paso, pero seguros; y esta es la oportunidad que nos ofrece la Ciudad del Conocimiento propuesta por el inquieto y singular senador de Monte Plata.