[dropcap]L[/dropcap]a Escuela de Economía del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) advirtió que la deuda del sector público no financiero del Gobierno (SPNF) se aproxima a su umbral de riesgo. Los expertos de esta casa de altos estudios, caracterizada por realizar investigaciones y análisis de mucho peso en la sociedad dominicana, consideran que de alcanzar el 40% del producto interno bruto (PIB) impactaría en la fijación de las tasas de interés de los bonos soberanos que coloca el país de manera frecuente.
Y tienen razón. Sólo la deuda en bonos está sobre los US$11,000 millones. Si bien la madurez de la deuda pública ha mejorado, no menos cierto es que la forma veloz en que se ha venido endeudando el país debería llamar a preocupación a más de uno.
El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Isidoro Santana, reconoce que República Dominicana tiene un problema de deuda, que se ha venido acumulando, “pero que el Gobierno ha puesto su empeño fundamental en por lo menos controlar su crecimiento”.
Al presentar el informe “Intec: Análisis de la economía dominicana (IAED)”, los docentes adscritos al Área de Economía y Negocios indicaron que “el año pasado la deuda pública se elevó cerca de US$2,500 millones, poco menos del 38% del PIB, con una tendencia a superar la barrera del 40%. Refieren que esta es la línea de peligro de sostenibilidad definida por organismos internacionales y agencias de calificación de riesgo que evalúan periódicamente la economía dominicana”.
En contraposición con Santana está el ministro de Hacienda, Donald Guerrero, quien en febrero de este año afirmó que hay razones para ser optimistas y tener confianza en el desempeño de la política fiscal porque “hemos implementado una estrategia de manejo de deuda eficiente y una gestión más proactiva de los pasivos del Gobierno”.
En su análisis optimista, el funcionario refirió que del total de la deuda del SPNF de US$26,757 millones, US$17,399 millones es deuda externa, US$6,518 millones es interna y US$2,840 millones, deuda intragubernamental. En este sentido, señaló que el portafolio se encuentra poco expuesto a variaciones en las tasas de interés, ya que menos del 20% del total de la deuda está contratada a una tasa variable.
El ministro tiene razón al decir que cuando se observa la composición de la deuda se puede comprobar que ha ido aumentando su proporción en moneda local, lo que contribuye a la reducción del riesgo en los mercados financieros internacionales o movimientos inesperados en el tipo de cambio.
Sin embargo, a los economistas del Intec hay una variable que les preocupa. Advierten que la deuda del Banco Central, diseñada para tratar de contener el derrame monetario subsanando cualquier aumento en la tasa de cambio a través de la colocación de títulos, ronda los RD$430 mil millones y “son una carga permanente y creciente, con un altísimo costo operativo”.
A final de cuentas lo que interesa es la calidad del gasto. Endeudarse no es perjudicial si los recursos son bien utilizados y se pueden recuperar no sólo con las obras, sino con un aparato productivo que esté en capacidad de generar bienestar y bienes exportables generadores de divisas.