Una cosa es con violín y otra con guitarra. Los moradores que hoy se benefician con la entrada en operación del Teleférico de Santo Domingo deben estar celebrando en grande.
El solo hecho de tener la posibilidad de transportarse sin preocupación de llegar tarde y además con mayor seguridad, es sin duda un avance que no tiene precio. No sólo habrá ciudadanos más productivos, sino un país que agradecerá los resultados que habrá de recibir producto de las garantías que ofrece este sistema de transporte.
Los choferes del transporte público, propietarios y responsables del histórico caos, ahora están viendo el resultado de sus acciones. Tarde o temprano, a como diera lugar, había que salir en defensa de los más necesitamos.
Hoy, que no pueden monopolizar el transporte, sabrán que están obligados a ser competitivos en calidad, precio y servicio. Si no lo hacen, saborearán la frase famosa de que “del dicho al hecho hay mucho trecho” si no están preparados.