La Ley Monetaria y Financiera (No. 183-02) fue promulgada por el Poder Ejecutivo en noviembre del año 2012. A partir de esa legislación debieron establecerse muchos cambios en la forma en que debían de operar y de ser reguladas las entidades financieras.
No hay que olvidar que apenas meses después de su promulgación, se produjo en República Dominicana la explosión de un escándalo de fraudes financieros en varios bancos comerciales que dieron como resultado una profunda crisis económica. La joven ley fue puesta a prueba para dar inicio a la búsqueda de soluciones a esa crisis, cuyas consecuencias todavía sufrimos.
Pero en esta entrega deseo enfocarme en el tamaño que tenía el sector financiero para finales de 2002 y la forma en que ha crecido hasta la actualidad.
Las estadísticas de la Superintendencia de Bancos (SIB) indican que a diciembre de 2002 los activos del sector financiero (bancos múltiples, asociaciones de ahorros y préstamos, bancos de ahorro y crédito, corporaciones de crédito y el estatal BNV ahora Bandex) sumaban RD$247,681 millones.
En tanto que, hasta mediados de este año, ese sector suma activos por 1 billón 678 mil 682 millones de pesos (RD$1,678,682,000,000). Eso indica que desde la aprobación de la Ley Monetaria y Financiera hace 16 años hasta ahora, los activos del sector financiero han crecido en un 577.7%.
Pero no a todos los subsectores del área financiera les ha ido bien. Por ejemplo, las asociaciones de ahorros y préstamos (AAyP), que comenzaron a ser reguladas por la autoridad monetaria a partir de la Ley 183-02, sumaban 18 entidades en esa época y ahora apenas son 10, por lo que ocho han desaparecido, ya sea por quiebra, absorción o por otras razones. A las AAyP les ha ido bien, pues medidas por sus activos han crecido en un 360.3% en los últimos 16 años.
Sin embargo, ese favorable crecimiento relativo es apenas la mitad de lo que ha crecido el subsector de los bancos múltiples, cuyos activos son actualmente más grandes en una proporción de 645.4%.
El hecho de que el crecimiento de los bancos múltiples haya sido mayor y más acelerado que el de las AAyP hace que estas últimas entidades hayan perdido participación en el sector.
A diciembre de 2002, los activos de las AAyP sumaban RD$39,426,4 millones y representaban el 16% de los activos totales del sector financiero nacional.
Hoy día, hasta junio de este año, los activos de las AAyP alcanzan los RD$181,479.4 millones, peAro su ponderación frente al sector financiero total ha bajado de 16% a un limitado 10.8%, con tendencia a seguir reduciéndose.
En tanto que los bancos múltiples, que a diciembre de 2002 representaban el 78.6% de los activos totales con un monto de RD$194,676.9 millones, hoy día son el 86.4% de los activos totales con un monto de 1 billón 451 mil 225 millones de pesos.
Una de las razones de esta pérdida de participación de las AAyP en los activos totales del sistema financiero, es que estas entidades tienen limitaciones en cuanto a los productos que pueden ofrecer a sus clientes y en eso los bancos múltiples les llevan ventaja.
Por eso las AAyP necesitan que la autoridad monetaria les apruebe la capacidad de ofrecer nuevos productos que sí ofrecen los bancos múltiples y así ampliar su capacidad competitiva con mejores servicios.
La otra opción para las AAyP sería acogerse a la posibilidad que ofrece la Ley Monetaria y Financiera para convertirse en bancos múltiples y dejar de ser entidades mutualistas limitadas. Para eso, Junta Monetaria del Banco Central debe aprobar un reglamento de que ya está redactado, pero que no termina de ser publicado y puesto en vigencia.
Mientras tanto, entre las diez AAyP parece que hay división en cuanto a la conveniencia o no de optar por la conversión a bancos o seguir “acomodados” como entidades mutualistas con las condiciones actuales.
Mientras sea así, es decir, mientras los directivos de las AAyP no asuman una posición firme y unificada de lo que desean para el futuro de esas entidades, que son propiedad de los socios ahorristas, entonces no habrá decisión de parte de la autoridad monetaria sobre el reglamento de conversión.