La Cervecería Nacional Dominicana (CND) no sólo tiene a Presidente, que es y ha sido una marca país por casi 90 años. Esta empresa es un emblema de la dominicanidad y, como tal, responde a la filosofía más apegada a los valores que han identificado a los ciudadanos de este país.
En el caso de esta empresa, como en otras de gran prestigio y tradición, se puede decir que es un patrimonio colectivo. Tiene dueños corporativos, pero los propietarios son todos los que viven en esta tierra.
Una de las buenas nuevas que ha dado a conocer esta empresa, que elabora cervezas y bebidas no alcohólicas, así como ostenta la representación de prestigiosas marcas internacionales, es que sólo en este año estaría invirtiendo alrededor de RD$14,000 millones en proyectos de ampliación, modernización e inauguración de la línea de envasado más grande América Latina.
Otra gran noticia es que desarrolla, junto al Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA) un proyecto piloto que busca producir aquí todo el maíz que necesita para la elaboración de la cerveza. De esta forma, según los ejecutivos de la CND, el país no tendría que importar cada año alrededor de 30,000 toneladas de maíz desde Argentina, ahorrando divisas, generando empleos y dando más oportunidades a que la producción local se modernice.
Otro proyecto que la Cervecería impulsa en esta estrategia de inversión es la industria del vidrio. Producir la botella en República Dominicana es otra apuesta por el país y su capacidad de ser autosuficiente en muchos de los ingredientes, materias primas e insumos necesarios para elaborar la cerveza que es orgullo de todos los dominicanos.
Pero esto no se queda ahí. La CND también ha iniciado un proyecto que habrá de marcar un antes y un después en materia de energía sostenible. Se trata de un parque solar en la provincia María Trinidad Sánchez, cuya capacidad será de 50 megavatios y una inversión que superará los US$50 millones.
Sin duda, es una de las noticias más positivas si se toma en cuenta que el país está obligado a depender menos de los combustibles fósiles. El conflicto en Ucrania, por la invasión de Rusia, y los efectos de la pandemia en la cadena logística y en el transporte, demostraron que República Dominicana debe aprender a ser menos dependiente de variables externas, por lo menos en lo que tiene capacidad de producir.
Esta empresa, además, tiene en proyecto un gran centro logístico con hasta 150,000 metros cuadrados, que habrá de servir como motor para impulsar un nuevo modelo de distribución, con la más alta tecnología y estándares más exigentes del mundo. Avanzamos.